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CÚCUTA.- Los esposos Gutiérrez Leal, al ver que Samuel comenzó a crecer y a inquietarse por el mundo que lo rodea, pensaron una manera original de enseñarle la historia local y juntaron la literatura con el arte y la moda. El primer personaje escogido para darle rienda suelta al emprendimiento es el padre de la aviación colombiana, Camilo Daza.
Entonces, nació Problemota como marca regional. La iniciativa es familiar y la presentación oficial se lleva a cabo en la vigésima versión de la Fiesta del Libro de Cúcuta. El protagonista tiene 7 años y a partir de su presencia se busca promover otras maneras de leer. Cada camiseta, falda o cualquier prenda cuenta una historia.
La vida del aviador, las peripecias para traer el primer avión, las aventuras sufridas al surcar el cielo, la cantidad de accidentes aéreos que acumuló, los aterrizajes forzosos, la persistencia para cumplir los sueños y el triunfo final, al derrotar las adversidades, inspiraron a los padres del niño a contarle estas hazañas con ingenio y gracia.
La idea no es quedarse en la narración del cuento. Víctor Gutiérrez, padre del pequeño, tiene una visión alargada y la pretensión es que otros hombres y mujeres que han dado parte de la vida para engrandecer esta tierra se conviertan en personajes principales de textos.
- Lo hicimos por nuestro hijo, pero la puesta es posicionar referentes regionales.
En un libro ilustrado Camilo Daza se muestra como fue. Está caracterizado por el Toche, pájaro que acaba de ser escogido como símbolo de Cúcuta. El ejercicio pedagógico trasciende las páginas y vuela a camisetas con mensajes alusivos al aviador.
Son cuatro historias las desarrolladas. Comienza con la vida del general, sigue con la descripción de la Cúcuta de comienzos del siglo XX, a continuación aparece el Santander (primer avión) y remata con el cóndor pamplonés.
- El libro comienza con una pregunta. ¿Estás loco, Camilo, aprender a volar? Solo las aves lo pueden lograr.
Es una historia de perseverancia, de sentido de vida que es necesario contar y posicionarla en la región. Al comienzo el libro fue un boceto casero y por animación de algunos amigos abrió las alas y se echó a volar la idea. Llegó al grupo de trabajo Nixon Valero, ilustrador, y hoy tiene las suficientes horas de vuelo como para hacer parte de las bibliotecas cucuteñas y colombianas.
Las alianzas establecidas con la biblioteca pública permitirán que esta obra sea conocida por los asiduos visitantes a los salones. Algunos amigos de Víctor, residenciados en Alemania, han colaborado en la difusión y con esa ayuda los estudiantes de 300 colegios públicos tendrán acceso al texto.
El Aviador, cómo aprendió a volar Camilo Daza, está escrito para que los niños lo entiendan y aprendan la historia. El lenguaje estuvo mediado por la mirada de Samuel.
- Hemos recibido buena retroalimentación por parte de niños. La entonación cautiva a los lectores. Las imágenes representan frailejones, el pavo real, Colombia, Norte de Santander y el aterrizaje en un cerezo complementan el texto.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
