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En esta nueva entrega les sugiero visitar a Herrán. Verdes paisajes, arquitectura tradicional, historia, leyendas y gente hospitalaria hacen parte del patrimonio de este pueblo nortesantandereano.
Este municipio está ubicado en una zona privilegiada, al suroriente del departamento, en la frontera con la República Bolivariana de Venezuela. Lo atraviesa la cordillera Oriental y en su territorio está una parte del Parque Nacional Natural El Tamá.
La diversidad geográfica le imprime contrastes paisajísticos de bellas montañas, con praderas en una gama de colores verde y amarillo, que hacen que el turista se extasíe con el paisaje y le permite disfrutar de temperaturas templadas y de páramo. Sí, de páramo como en La Siberia, o templado en la parte norte, en el límite con Ragonvalia.
Cuando los turistas llegan al área urbana de este municipio que lleva el nombre en homenaje al expresidente general Pedro Alcántara Herrán (1841 – 1845) se encontrarán con el parque principal más bonito del departamento, el ‘Simón Bolívar’. Aunque muchos lo llaman Mundo Nuevo, como recuerdo de aquél nombre con el que originalmente se llamó al pueblo. Aquí se puede disfrutar de la brisa fresca que baja de las montañas.
Herrán, como en la mayoría de localidades nortesantandereanas, tiene en la iglesia la principal y más elegante construcción, declarada Bien de Interés Cultural de carácter departamental por medio del Decreto 1044 del 31 de diciembre de 2003. Está consagrada a San Antonio de Padua, titular de la parroquia. En el altar está San Roque, patrono de los herranenses.
En un histórico óleo está representada la leyenda de la fundación del municipio. Una curiosidad es el puente del Tabor, único en el departamento y tal vez, en el país. Construido sobre el río Táchira, a cinco minutos de la cabecera de Herrán. Une a El Tabor (Colombia) y Las Delicias (Venezuela).
Es único por dos razones: Es peatonal e internacional. Hasta la fecha, no se conoce en qué en otro lugar del país exista un paso peatonal que sirva de unión entre dos naciones. Por eso vale la pena conocerlo, visitarlo y tomarse una fotografía en este curioso lugar.
La tradición oral tiene a José Antonio Bautista como fundador. El incipiente caserío, inicialmente llamado La Ramada, después Mundo Nuevo y, desde 1911, Herrán, hace muchos años está afectado por una falla geológica.
El Palacio de Gobierno municipal original fue derrumbado, porque se agrietó y amenazaba caerse. Así pasó con el colegio, la Estación de Policía y algunas viviendas. Mientras el tiempo continúa el camino y la falla geológica avanza ‘silenciosamente’, los herranenses se acostumbraron a vivir en medio de la zozobra y en espera de una pronta solución a este histórico problema.
Herrán tiene una rica tradición oral llena de leyendas e historias. También, tierras fértiles y uno de los principales lugares ecoturísticos de Colombia, el Parque Nacional Natural Tamá, referente de armonía con la naturaleza, descanso y paz.
Es grato invitar a los nortesantandereanos para que visiten y disfruten de Herrán, distante 82,7 kilómetros de Cúcuta. Es un pueblo que invita a la reflexión y a la tranquilidad. Aquí las caminatas ecoturísticas podrán disfrutarse en un ambiente ideal, en el que la magia, los sueños y el descanso serán las principales razones para complacerse con las bondades de la naturaleza.
MABEL ROCÍO LOZANO
