Contraluz.CO Sólo Periodismo
Artículos relacionados
Urimaco es un caserío, situado a pocos kilómetros de Cúcuta, en la margen izquierda de la vía a El Zulia. Allí vivía la heroína cucuteña doña Mercedes Ábrego de Reyes, en la época de independencia de la Patria. Decidida patriota, colaboró con los generales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander con informaciones clandestinas que fueron decisivas en las luchas.
Sabedor, el criminoso esbirro español Bartolomé Lizón, de sus actividades clandestinas ordenó apresarla y fueron hasta el refugio campesino gendarmes que la trajeron a Cúcuta, descalza y en ropa interior, porque no le permitieron vestirse. La llevaron al lugar del asesinato, en las dependencias oficiales, situadas en la esquina de la calle 11 con avenida 5, donde muchos años después fue construido un edificio del banco de la República. Allí fue degollada delante de dos de los hijos, el 13 de octubre de 1813, fecha que se conmemora como una de las más nefastas y oprobiosas muestras de la crueldad española.
Desde dicho caserío, parte una carretera que conduce a Termotasajero y a San Cayetano, en un tramo de cinco a seis kilómetros. Toda la vida funcionó normalmente como vía secundaria alterna, para evacuar a la ciudad en circunstancias especiales.
Por ahí, muchas veces transitamos semanalmente, en diferentes recorridos al corregimiento Hato Viejo, en cumplimiento de perentorias labores pecuarias. Ahora, con motivo de los problemas estructurales del puente Mariano Ospina Pérez, sobre el río Zulia, fue prohibido el tráfico pesado por esa estructura y el Gobierno decidió desviarlo por esa carretera, sin ordenarle ningún refuerzo o reparación.
Ese camino nunca había soportado tráfico tan pesado, que lo ha convertido en verdadera trocha, auténtico calvario para los conductores de camiones y tracto mulas, que demoran varias horas en recorrer el trecho tan corto. Es indispensable que se ordene, a la mayor brevedad, la reparación de esa carretera, pavimentarla, porque es alternativa para sustituir el paso por el averiado puente Mariano Ospina Pérez.
Como la reparación de la estructura sobre el río Zulia, posiblemente demore varios meses, si no es que se hace necesaria la construcción de un puente, más demorado todavía, necesario es acelerar la pavimentación de la carretera, antes de que los perjuicios para el tráfico normal sean mayores.
La ciudad y el departamento continúan semi-bloqueados vía terrestre para la carga pesada, que es la que trae los alimentos y la comida de todos los días; para Tibú, fuente permanente de productos agrícolas, vía en mal estado; el paso restringido por Urimaco; a Toledo, fuente de productos del campo, la carretera en pésimo estado; la carretera a los llanos o de La Soberanía cada día en pésimas condiciones e intransitable.
Con tanta burocracia, tantos parlamentarios, ministro del Interior, no se ven efectivos oficios en pro del departamento. Como suelen decir los campesinos, entre más vacas menos leche. Definitivamente, nuestros políticos y parlamentarios, enredados en la rampante corrupción, como un iluso aspirante a la presidencia de la Cámara, conocido por cierto por su pasado no muy transparente, según dicen quienes lo conocen, en vez de trabajar por la comarca nativa, vive en busca de prebendas, contratos y coimas del Estado y de los grandes contratistas, como lo ha dicho en estos días la prensa hablada. Mejor sería, eliminar toda esa burocracia que no se necesita, ahorrar unos cuantos millones, y utilizarlos para más útiles y urgentes obras.
PABLO EMILIO RAMÍREZ
Foto: LA OPINIÓN
