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TIBÚ – Norte de Santander.- En 34 horas y media, tiempo récord, trabajadores de Ecopetrol repararon los daños causados al pozo TB-293, atacado por desconocidos. El Ejército custodia la infraestructura física, que opera con normalidad. El atentado ocurrió en la tarde del 8 de junio, en Tibú.
En esta ocasión, resultó afectado el equipo de varilleo que acababa de reacondicionar el pozo TB-293, ubicado al norte del campo, y que se movilizaba a las instalaciones industriales de Ecopetrol en la región. Los obreros que trasladaban el equipo no resultaron afectados.
La cuadrilla de trabajadores que desplazaba el equipo informó que luego de la salida de la locación del pozo TB-293, a 800 metros del mismo, fueron interceptados por tres sujetos, que los obligaron a abandonar el equipo y una camioneta que acompañaba el desplazamiento. Posteriormente se escuchó la explosión.
Ecopetrol deploró y rechazó este nuevo atentado a las instalaciones petroleras.
Estos hechos violentos causan los siguientes daños:
1.- Ponen en riesgo la integridad de los trabajadores y de los habitantes de la región
2.- Afectan el medio ambiente
3.- Perjudican el bienestar de las comunidades
4.- Atentan contra el normal desarrollo de las actividades.
Pese a los hechos ocurridos, Ecopetrol informó que fortalecerá las operaciones en el campo de producción de Tibú, en la búsqueda de más oportunidades de bienestar para las comunidades que habitan la región de El Catatumbo, de la mano con las autoridades civiles y militares de la región.
El 7 de junio, guerrilleros del 33 frente de las Farc atentaron contra el pozo Tibú-30 de Ecopetrol. La empresa petrolera informó que el campo de producción de crudo ubicado en Tibú fue atacado con explosivos.
Ecopetrol activó el plan de contingencia con apoyo de la fuerza pública para asegurar el área y determinar las afectaciones. El pozo produce 50 barriles de petróleo al día, de los 3200 que se extraen a diario en ese municipio de Norte de Santander.
La guardia móvil, encargada de custodiar las instalaciones petroleras del campo, en el momento que recorría la zona fue abordada por los subversivos. Los guerrilleros obligaron a los agentes de seguridad a retirarse del sector, porque denotarían dos cargas explosivas. El vehículo en el que se movilizaban fue incendiado.
En agosto del 2014, los campos Tibú-50, que produce 1800 barriles diarios, y la estación M-24 sufrieron atentados similares. En esa ocasión la petrolra suspendió las operaciones.
Los ataques ponen en riesgo la vida de los trabajadores y de las comunidades vecinas. El Catatumbo es una zona de fuerte presencia guerrillera. En el área actúa principalmente el Eln, que en las últimas décadas ha perpetrado numerosos ataques contra la infraestructura petrolera, y algunos frentes de las Farc.
“¡No dinamiten las vías de los campesinos! ¡No más pueblos sin luz o sin agua! ¡No más petróleo contaminando nuestros ríos!”, pidió en el 2014 el presidente Juan Manuel Santos.
Foto: PRENSA ECOPETROL
