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CÚCUTA.- Los concejales cucuteños invitaron a la Concesionaria San Simón para un ejercicio de control político y aprovecharon la oportunidad para vaciar todo lo que tenían que decir de la entidad. La mayoría atacó con fiereza y enfiló las baterías para desahogarse contra los representantes de la firma.
“La concesión es perversa”, dijo Leonardo Jácome, luego de escuchar la presentación del informe ejecutivo de avance de obras por parte del representante de San Simón.
En la defensa estuvieron los concejales Carlos Jaimes y Oliverio Castellanos, quienes aplaudieron los trabajos. De ahí en adelante se escucharon voces de inconformismo salidas de buena parte de los miembros de la corporación. También, hubo silencio en otros y ausencias de los demás.
El interés por conocer y detallar los aspectos relacionados con las obras que son responsabilidad de la firma y otros aspectos relacionados con la presencia en la ciudad, llevó a los concejales a declararse en sesión permanente y seguir de largo en las horas para evacuar los temas previstos en el programa del día.
San Simón tiene el manejo de los peajes en la autopista internacional, en la vía a Ureña y en Los Acacios. “Los recaudos no se justifican con las obras”, dijo Alexander Salazar al criticar la participación en el desarrollo vial de la ciudad. “La Contraloría debería investigar los ingresos”, afirmó en el ataque vehemente.
Castellanos trató de montar la barrera para evitar las andanadas de críticas, pero el esfuerzo resultó en vano. En la intervención pidió revisar el contrato, que incluye la ejecución de 16 obras y el mantenimiento de algunos tramos viales. “San Simón no es una beneficencia. Los tramos están bien, se han hecho inversiones. Ojalá tuviéramos todas las vías concesionadas”.
La contraparte la encabezó Salazar, “lo de San Simón es un negocio redondito que no tiene pierde”. Comentó que por el cobro del peaje en las tres casetas se recoge mucha plata y no se invierte lo necesario en la capital de Norte de Santander.
Oscar Sanabria se unió a la polémica y apuntó que “no hay nada que agradecerle” a la concesionaria, porque “los recursos llegan por el recaudo (en los peajes) y por destinación de la nación”.
Salazar develó lo que considera el objetivo principal del negocio de San Simón, “lucrarse… Los ingresos son incalculables” y en cuentas sin respaldo matemático aseguró que llevan recogido lo que deberían recaudar en el 2050.
Víctor Suárez entró a terciar en la discusión y con desilusión afirmó que “estamos perdiendo el tiempo”, porque la discusión tuvo como escuchas a funcionarios sin poder de decisión. Reclamó la presencia de Ezequiel Romero para que cumpla con compromisos adquiridos en sesiones pasadas.
“San Simón, nos cumple o nos cumple”, sentenció el concejal al advertir que encabezará un movimiento popular para reclamar que la empresa “no se lleve la platica” e invierta en Cúcuta. Justificó el llamado a la protesta y aseguró que “si seguimos callados, seguirán mamándonos gallo”.
Las barras del Concejo aplaudieron a Suárez en directa aprobación a la propuesta y silbaron a Castellanos por convertirse en defensor a ultranza de la firma.
Pedro Durán tiró la pelota para otra orilla. Indicó que la gerencia del Área Metropolitana es la que debe responder por lo que sucede con las obras encargadas a San simón. Pidió al organismo preparar un informe y llevarlo al Concejo, en los próximos días.
El secretario de Infrestructura Municipal, Osvaldo Grajales, que aguardaba turno para exponerse al control político, dijo con escepticismo que “esto es un debate sin eco. San Simón solo va a atender las obras contempladas en el contrato”.
Oliverio Castellanos se mantuvo al lado de la concesionaria, Jaimes no volvió a hablar, Suárez había prometido no meterse más con este asunto y resultó ser uno de los que más habló, Salazar abandonó la sala, Jácome calló y Liliana Mora llegó tarde para pedir explicaciones por la responsabilidad social empresarial de San Simón.
A la 1:00 de la tarde, se pidió el receso para almorzar. A esa hora llegó el presidente Wilmer Cepeda.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
