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GRAMALOTE – Norte de Santander.- El presidente Juan Manuel Santos se sinceró delante de los gramaloteros, les pidió perdón por la demora en la ejecución del proyecto, oró por la paz y reveló aspectos que se mantenía en reserva en cuanto a las decisiones oficiales para atender a los damnificados del desastre del 17 de diciembre de 2010.
“Quiero pedir perdón”, dijo, por la demora en organizar el acto que se cumplió este 14 de enero, y por la tardanza en el proceso. “Hemos tenido todo tipo de dificultades. Se nos han presentado todo tipo de obstáculos”. Han pasado tres años de la tragedia y mucho tiempo desde cuando se escogió el lugar para el reasentamiento del municipio. “Más vale tarde que nunca. Sobre todo, queremos hacer las cosas bien”.
Santos sobrevoló a Gramalote al otro día del siniestro (18 de diciembre de 2010) y vio la magnitud del desastre. “No les puedo contar a ustedes, porque lo vivieron en carne propia, nadie puede darles lecciones, porque son los que realmente sufrieron. Y han sufrido durante estos tres años las consecuencias”.
Cuando propuso reconstruir el pueblo una voz le aconsejo no comprometerse con esa empresa, porque ‘es una aventura ambiciosa’. Y le recomendó darles unos estímulos a los afectados. ‘Haga lo que usualmente se hace, que es darles unos pañitos de agua tibia, algunos contentillos, y que los damnificados se busquen su futuro como puedan’.
La revelación despertó comentarios entre los gramaloteros, que mantuvieron aguzado el oído para escuchar más pormenores de esos momentos tristes vividos. No prestó atención a las sugerencias y se propuso reconstruir el pueblo.
“Ha habido dificultades normales. A veces por ineficiencia del Estado o del Gobierno”, dijo en el acto de contrición delante de ministros; funcionarios nacionales, departamentales y municipales, políticos y comunidad.
El retraso se originó en el momento de escoger el lugar para ubicar el nuevo municipio. Inicialmente, se escogió a Pomarroso. Después, al profundizar para hacer bien el trabajo, se encontró con que no era el sitio adecuado, porque tiene una tremenda inestabilidad.
En cumplimiento de los estudios técnicos, prefirió sonrojarse un día y pedir perdón a la comunidad, a cometer el tremendo error, la tremenda irresponsabilidad, de construir semejante pueblo en un sitio de alto riesgo. “Por eso tomamos la decisión de no hacerlo ahí”, confesó.
Al encontrar el terreno ideal, Miraflores, “dijimos con el Fondo de Adaptación hagamos un proyecto bien hecho, con todas las de la ley, bien diseñado, bien planeado, para que la gente en el largo plazo quede en mejores condiciones”.
Así, el presidente Santos despejó dudas en torno a la ubicación del nuevo municipio. Algunos gramaloteros insisten en Pomarroso y han adelantado campañas en favor de ese lugar.
Recordó que les pidió a los encargados de poner en marcha el proceso que tomen en cuenta la voz de la comunidad, que la consulten, para que todos sientan que participaron directa o indirectamente, “porque es importante que el pueblo nazca bien. Hemos querido hacer un proceso con esas características”.
Resaltó las cualidades de los constructores que han participado y aseguró que son los mejores que tiene el país y saben de este negocio. Saben cómo construir o reconstruir. “Me siento tranquilo, porque lo que estamos haciendo lo estamos haciendo correctamente”.
Reconoció que quedan algunos problemas sobre varios terrenos por las diferencias en los precios. Le pidió al Ministerio de Vivienda que “sea garante de que los derechos de los propietarios se respeten y que les compren a un precio justo. Ahí todo el mundo queda contento”.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Fotos: MARCO SÚA
