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En medio de una sociedad que busca afanosamente construir puentes de comunicación que le permitan lograr la reconciliación y la paz en la gran familia colombiana, cayó como un baldado de agua fría el libro ‘Memorias olvidadas’, del expresidente Andrés Pastrana Arango, en el que sin consideración de tiempo aparece publicada una serie de refritos y de acusaciones de insolvente consistencia, que solo buscan revivir la vieja y dañina contradicción partidista liberal –conservadora, que tanta muerte, dolor y lágrimas ha generado en la vida nacional.
Con todo esto, pareciera que en la mente del exmandatario no tuviera conocimiento ni cabida la dolorosa experiencia que fue esa oscura etapa histórica conocida como ‘la violencia’, en la que la utilización de frases agresivas y calumnias contra dirigentes del partido liberal fueron los detonantes que prendieron la conflagración social, que a más de 50 años, no hemos podido apagar.
Poco pudo lograr en ese entonces la famosa manifestación gaitanista, en Bogotá el 6 de febrero de 1948, llamada “La oración por la Paz”, en la que el caudillo popular imploraba, para el pueblo, la necesidad del respeto y la convivencia. La dura respuesta se obtuvo días después cuando Gaitán cayó acribillado por las balas asesinas en la carrera séptima de Bogotá, frente al diario El Tiempo y comenzó esta tragedia, que a Dios gracias y a los esfuerzos que del presidente Santos y la dirigencia de las Farc, parece estar llegando a su final.
Nos preguntamos consternados cuáles son los pensamientos que anidan y animan la estructura psíquica del expresidente Pastrana, para que con suprema liviandad decida, en lo que parece ser su libro de memorias, encabezar una serie de inexactas y riesgosas acusaciones contra la dirigencia de un partido que como el liberal le ha puesto el pecho a encabezar desde los tiempos de Alfonso López Pumarejo, lo que con honrado reconocimiento se tituló La Revolución en Marcha y que contra viento y marea lograron desarrollar dirigentes de la talla de Carlos Lleras Restrepo al impulsar la Reforma Agraria que dolorosamente fue enterrada en el ‘Pacto de Chicoral’ y que al decir de investigadores académicos de la Universidad de los Andes “lanzó a los campesinos sin tierra a los brazos del narcotráfico”.
La situación desatada ha sido tan mal recibida por los medios de comunicación, que la Revista Semana en la edición 1648, del 2 al 9 de diciembre, no vaciló en llamarlo “Espectáculo lamentable” y remató con un subtítulo en la primera página: “Mientras el país clama por la reconciliación, sus dirigentes más destacados están enfrentados en broncas vergonzosas”.
El caricaturista Rubens diagramó y tituló así, en periódico bogotano ADN, del 2 de diciembre: “!Los “ex” están dando ejemplo de Rencorciliación¡”. Es decir, que las actitudes del expresidente Pastrana han dado lugar al nacimiento de una nueva palabra en el léxico español, conocida como la “rencorciliación”.
Esto no es bueno para la sociedad colombiana y es nuestro deber expresar desde el Programa Pedagogía de Paz de la Universidad Pedagógica Nacional el desacuerdo por el mal ejemplo que vienen dando ex presidentes y altos funcionarios del Estado al tratar de expresar diversas situaciones con actitudes que no favorecen sus intereses, caracterizadas por expresiones agresivas y que desentonan con la alta responsabilidad social que representan en la vida política y social de Colombia.
Seguimos apostando a que no esté lejano el día en que los colombianos sepamos tratar nuestras múltiples y complejas contradicciones con “el respeto de usanza”, como nos enseñó nuestro inolvidable maestro de la Universidad Nacional de Colombia Eduardo Umaña Luna.
Reconocimiento. Queremos expresar desde el Programa de Paz de la Universidad Pedagógica Nacional, nuestras sinceras felicitaciones a la Comisión Colombiana de Juristas CCJ por la conmemoración de 25 años de trabajo y desvelo por los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario en Colombia, en especial, a su Director Dr. Gustavo Gallón Giraldo.
ALONSO OJEDA AWAD
Ex Embajador de Colombia
