1.- Así muchos no lo crean y no pocos consideren que estamos fuera de contexto o sin evaluar los factores de competitividad y desarrollo que hoy enmarcan las perspectivas de otras zonas y regiones, no nos cansaremos de insistir y reiterar que este es el momento para que Cúcuta y los municipios que conforman el área central de la frontera colombo-venezolana despierten del marasmo y superen la miopía, la pasividad y la desidia de no ver, identificar y promover las enormes opciones y alternativas que pueden tener base y sustento en la faja territorial que determina esta presencia binacional, especialmente en lo industrial, tecnológico y de servicios, si con ayuda y asistencia del Ejecutivo y Legislativo, en coordinación con los paralelos venezolanos se obtuvieran incentivos, estímulos, mecanismos y seguridades que también pueden ser valiosos para las dos naciones, porque esos prospectos bien entendidos y manejados pueden ser creadores de investigaciones, inversiones, capacitaciones e innovaciones, y generadores de empleo en proyección valiosa e inconmensurable para Latinoamérica.
2.-¿Por qué anotamos lo anterior? Porque lo que requiere y pide a gritos la frontera colombo-venezolana son mejoramientos infraestructurales en vías y servicios, más unas políticas de Estado que regulen el tránsito y la permanencia de personas y mercaderías en auténticos y ejemplarizantes Parques Industriales y Tecnológicos que canalicen y aprovechen los recursos naturales y los anhelos de la población asentada en las inmediaciones de los límites, que aspiran a un cambio y trasformación que modifique la condición de tradicionales comerciantes marginales vendedores al por menor y obligados observadores del paso de camiones y gandolas por los puentes internacionales, sin que ellos se beneficien, para dar paso a la producción de todo lo que requieran Venezuela y Colombia. Y así, la frontera asuma la tarea como nudo articular del progreso y de la moderna noción de la integración y verdadera fraternidad latinoamericana.
3.- Y esto no solo es posible sino que se constituye en la inmediata gestión que con empeño y dedicación debe adelantar Cúcuta con el concurso de las autoridades y entidades representativas, bajo la titularidad de la academia y de todo lo docente, científico y tecnológico que quiera y pueda respaldar y sumarse a este propósito, porque lo que se debe enfocar y filtrar con entereza y visión de futuro es el acierto sobre lo que se debe hacer. Y, sin olvidar –bajo ningún pretexto- que la frontera en sus desarrollos y avances también debe ser la expresión de esa nueva humanidad, progresista y dinámica que se fortalece con el esfuerzo compartido y la visión histórica y de futuro.
Con sinceridad, vehemencia y solicitando la mayor presencia y participación posible de las fuerzas vivas y pensantes esta esperanza -de manera directa y personal se expuso en recinto universitario y con profesionales investigadores nacionales y extranjeros- al Alcalde de Cúcuta y a su equipo de colaboradores durante un examen amplio y abierto sobre la realidad y las perspectivas de la frontera. Y lo que ella necesita. Y le urge.
JOSÉ NEIRA REY