1.- La presencia de Pavel Rondón, exembajador de Venezuela en Colombia y destacado vocero de las preocupaciones e intereses de la frontera, en procura de acciones y gestiones constructivas y con mayor arraigo, en los actos que cumplidos, el 31 de julio, en la Universidad Francisco de Paula Santander con ocasión de las presentaciones del grupo Gran Alianza Nortesantandereana para el Buen Gobierno, respaldado por la Curia Diocesana, constituyó una magnífica oportunidad para revivir y creer en las opciones y prerrogativas que, conjuntamente y en un trabajo concertado y en equipo, se pueden hacer entre Colombia y Venezuela.
Lo destacamos, porque Pavel Rondón ha sido un estudioso de la realidad actuante y un conocedor claro y definido de lo mucho que puede lograrse si hay entendimientos y una auténtica y dinámica representatividad de la gente de frontera consecuente con lo que se anhela y proyecta en y para estas fajas territoriales de importante valor.
Por eso, cuando lo vimos llegar, y porque en los momentos críticos – como los que vivimos – era preciso escucharlo y aprovechar los minutos que se ofrecían para propiciar empeños urgentes y concretos para darles validez a los mensajes que fluyen en Villa del Rosario, como recordatorio de lo que debemos ser en el proceso integracionista, respetuosamente solicitamos a los organizadores hacer un alto para encaminar e impulsar hasta los más altos niveles, lo que quiere y necesita la frontera, en sus visiones conjuntas de aquí y de allá, en términos de progreso, unión y mancomunidad fraternal.
2.-Si lo que allí se expuso, y en los poderes centrales se capta y valora suficientemente, no hay que dudar que aflorarán horas distintas y una conjunción de factores que favorecerán las perspectivas de quienes creemos y sostenemos que un trabajo abierto y respaldado en procura de crear empleo y mejoramiento social y económico, también originará una participación ciudadana que dará pie para una construcción pública y política de enormes perspectivas y de carácter visionario.
3.- Por eso, y porque si logramos que los gobiernos centrales, con apoyo de congresistas y voceros de los gobiernos departamentales y municipales, concreten específicos objetivos y propósitos encaminados hacia el mejoramiento infraestructural y de servicios, la financiación de las iniciativas que aviven la investigación, la capacitación y la innovación en universidades y centros docentes para que, a su vez, en lo profesional, gremial y laboral haya estímulos e incentivos hacia la industrialización y la labor compartida de lo productivo, otro será el futuro y otra, muy otra, la realidad de la frontera.
Sí, la frontera es un marco de opciones y de proyecciones impresionantes y constructivas. Lo que falta es la acción compartida y permanente de verdaderas y ejemplarizantes políticas de Estado.
JOSÉ NEIRA REY
Notas al margen