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Colombia es el primer productor de carbón en América Latina, décimo en el mundo y cuarto país exportador mundial, con reservas de 17.000 millones de toneladas. Hoy, este mineral ocupa el tercer lugar de las exportaciones, principalmente por medio de las empresas Drummond, Prodeco y Cerrejón, con 62 millones de toneladas en el 2011. Las demás empresas sacaron 24 millones de toneladas por un valor total de 8400 millones de dólares.
Las empresas utilizan las más altas tecnologías y las normas industriales para la explotación del mineral, emplean a miles de colombianos y son generadoras de importantes regalías para las regiones en donde operan.
En Colombia existe gran cantidad de minas de Carbón que son explotadas de manera artesanal. Igualmente, son el sustento de miles de personas que las explotan mediante pequeñas empresas situadas en Antioquia, Santander, Boyacá y Norte de Santander, entre otros departamentos.
La explotación artesanal se hace, en su mayoría, con métodos y prácticas que utiliza herramientas rudimentarias que no son adecuadas para este trabajo. No se observan con la rigurosidad requerida las normas en seguridad industrial y, generalmente, el impacto ambiental es alto en las tierras y en las fuentes de agua, aledañas a las minas.
El mal manejo de los desechos, principalmente, es causante de los impactos al medio ambiente. También, esa forma de explotación sin mayores controles y en socavón ha sido causante de accidentes con víctimas mortales, especialmente durante los últimos años.
Las precarias condiciones de higiene y seguridad, los conflictos sociales generados por las condiciones laborales y la explotación ilegal en muchos casos, acompañados de una precaria organización empresarial y por la significativa ocupación de mano de obra, hacen necesario que el Gobierno tome acciones para que la actividad se desarrolle dentro de prácticas modernas y normas que minimicen los riesgos de accidentes y de mitigación ambiental, consolidando la actividad como fuente segura de empleo y sostenimiento económico de las minas.
Por lo anterior es importante implementar:
1.- El fortalecimiento y la capacitación de los mineros, especialmente de la pequeña minería y asegurarles asistencia técnica continua.
2.- Socializar la legislación minera, los derechos y las obligaciones que deben ser asumidos.
3.- Socializar los deberes en lo impositivo, cargas tributarias que deben ser asumidas por las minas y los mineros.
4.- Educar en organización empresarial, comercial laboral y en aspectos técnicos a los empresarios mineros.
5.- Promover la autogestión, el desarrollo gremial, la diversificación económica, el uso de tecnología y la capacitación al personal de trabajadores.
6.- Reducir y optimizar los costos operativos y los riesgos.
7.- Educar sobre la logística para extracción, manejo y movilización del mineral.
8.- Educar sobre el manejo de los residuos para reducir la contaminación y evitarla.
Las pequeñas empresas mineras del carbón deben revisar con rigurosidad los procesos que utilizan y de esta manera hacer un análisis de los costos operativos, especialmente en lo referente al mantenimiento de las herramientas y los equipos, y encontrar alternativas y nuevas prácticas de explotación mediante el uso de tecnologías.
Debe apoyarse la minería y darle las oportunidades dentro de tiempos prudenciales, acompañándola para que haga los ajustes necesarios en las prácticas y métodos de explotación; se actualice y observe las reglas establecidas por la legislación minera colombiana. La minería del carbón es fuente importante de empleo y de ingresos para el país y regiones como Norte de Santander.
SEGUNDO ANTONIO GONZÁLEZ
segundoantoniogonzalez@gmail.com
