CÚCUTA.- La madrugada del 1 de junio una avalancha de grandes proporciones afectó la vía Ocaña – Cúcuta. La mañana del 1 de agosto, la ministra (e) de Transporte, María Constanza García, ratificó el compromiso del Gobierno de devolver el tránsito por la zona. Han transcurrido dos meses y la realidad supera las promesas oficiales.
Mientras en la comodidad que ofrecen las oficinas se discuten cifras y plazos, en el sitio de la emergencia se afrontan dificultades para ir de un lado a otro con la maleta al hombro. Hombres y mujeres, niños y adultos, cruzan a pie y se exponen al riesgo.
En la ciudad, parece fácil hablar de la remoción del 97 por ciento del lodo, cuando los necesitados transeúntes hacen malabares entre el barro y u puente improvisado. La ministra García recordó que se han reservado $ 18.000 millones para superar la emergencia. Sin embargo, en el lugar d ellos hechos pareciera que la inversión está lejana.
El senador Edgar Díaz calificó como “indignante” que no se haya recuperado la vía. Dijo que el Gobierno mantiene las arcas llenas, “pues la ejecución presupuestal del sector transporte, transcurridos 7 meses, es tan sólo el 11,2 % de los 10,4 billones apropiados”.
Invías, según la directora general Mercedes Gómez, trabaja dentro de los cronogramas y de manera permanente en la construcción de terraplenes y estribos para la instalación de los puentes provisionales. En esas actividades participan 50 operarios y 28 máquinas. El propósito es comenzar el montaje en agosto.
A pesar de las condiciones técnicas y climáticas, que dificultan el avance de los trabajos, se han removido 77.000 metros cúbicos de lodo en las 354 hectáreas de la zona afectada por la avalancha.