BOGOTÁ.- El Covid-19 es una enfermedad que produce un espectro amplio de síntomas. Algunos de los más comunes asociados al virus son tos, fiebre, dificultad para respirar y pérdida del gusto y del olfato. También, existen otros menos comunes, diarrea, náuseas, inapetencia, mareos, confusión, alucinaciones, trastorno del olfato, sordera parcial, sarpullido y urticaria y dedos del pie.
Rodolfo Rodríguez, epidemiólogo, dijo que existen otros síntomas menos comunes, entre los que destacan resequedad en los ojos y la boca, complicaciones neurológicas, depresión, fibrosis pulmonar y alopecia.
Entre las secuelas extrañas que ha dejado el Covid-19 resaltan:
1.- Pacientes con trombosis del seno venoso cerebral con delirio agudo
2.- Miocarditis con falla cardíaca
3.- Tormenta tiroidea
4.- Parálisis del nervio hipogloso
5.- En niños, Síndrome Inflamatorio Multisistémico (MIS-C).
Del 10 al 20 % de los pacientes que tienen infección por SARS-CoV-2 pueden presentar efectos de la enfermedad tras 12 meses de haber sido diagnosticados.
Muchas de las secuelas corresponden a condiciones clínicas particulares que requieren tratamiento especializado y, en algunos casos, interdisciplinario.
Rodríguez señaló que, en el contexto de la medicina, la variabilidad es innata a los procesos clínicos. Todo se relaciona con escenarios multifactoriales en los que intervienen factores biológicos (sexo y edad) y condiciones fisiológicas, genéticas, inmunológicas y virológicas, entre otras, que influyen en que el Covid-19 presente un espectro variado de síntomas.
Otros síntomas menos frecuentes o atípicos han ocurrido en el país y en el mundo. “En cierto grado, lo reportado a nivel local se asemeja a lo reportado en la literatura internacional. Entre los síntomas menos comunes están la conjuntivitis, la pérdida del sentido del gusto o el olfato, la confusión y las alucinaciones”, sostuvo Rodríguez.
Estudios recientes sugieren que los síntomas de infección temprana pueden diferir entre grupos de edad y según sexo, contrastes que parecen ser más notables entre los 16 y 59 años, comparado con grupos de mayor edad. Para mayores de 60 años, la pérdida del olfato parece ser menos significativa y resulta nada relevante para mayores de 80 años, mientras que, para este último grupo, la diarrea es un síntoma determinante.
Los hombres han presentado mayor probabilidad de disnea, fatiga y escalofríos, mientras que las mujeres presentan con mayor frecuencia la pérdida del olfato, dolor torácico y tos persistente.