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CÚCUTA.- Iván Duque hace parte del abanico de precandidatos presidenciales que se mueven por el país para dar a conocer la propuesta de gobierno con la que buscan ganarse el derecho a representar al Centro Democrático en las urnas y ser el mandatario colombiano en el periodo 2018 – 2022. El recorrido para exponer ideas y pensamientos incluyó a Cúcuta, donde propuso la agenda con la que considera podrán recuperarse la economía, fomentar el empleo formal, tener mejor focalización del gasto social hacia los colombianos vulnerables, enfrentar los riesgos de seguridad nacional y ciudadana, y permitirle al país tener una visión clara de lucha contra la corrupción.
En rueda de prensa con periodistas locales habló, específicamente, de Norte de Santander y las propuestas con las que defenderá la intención de ser el sucesor de Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño. La frontera, las relaciones binacionales, los problemas del departamento y la buena voluntad para propender por el progreso de la región están en la plataforma de lanzamiento hacia la Presidencia.
¿Cómo garantizarles a Norte de Santander y a Cúcuta el progreso?
Tenemos que ver el abandono que ha tenido esta región en los últimos siete años, con este Gobierno (Juan Manuel Santos). Esta región necesita mayor acompañamiento. Hay que planear una estrategia económica, de recuperación, de generación de empleo formal y de industrialización, que empiece a construirse sobre la base de políticas económicas de largo plazo.
He planteado que Cúcuta sea una ciudad franca por 10 años, de tal manera que se pueda generar una especie de convergencia acompañada de corredores viales para aprovechar el comercio hacia el interior del país. He hablado sobre la importancia de darles realce a las industrias creativas en el departamento con la gran población universitaria. Hablamos de un sector que hoy es más importante que el café y la minería, y que si lo sabemos ver con estrategias, en Norte de Santander puede ser fuente de empleo para la juventud.
La inmensa riqueza y el potencia agroindustrial que tiene Norte de Santander deben ir acompañados con el patrimonio del pequeño productor. Hemos planteado la necesidad de tener mecanismos de exención tributaria, por lo menos de cinco años, en el impuesto de renta para aquellas inversiones que generen determinado número de empleos formales permanentes.
¿De qué manera se puede afrontar la situación que se vive con Venezuela?
No podemos seguir teniendo complacencia y una diplomacia meliflua. Todos esperamos mantener siempre las mejores relaciones con los países limítrofes. Tenemos un gran afecto por el pueblo venezolano, pero lo que no podemos permitir es la indiferencia ante los agravios constantes. No se trata de llamar a una confrontación, se trata de que la relación binacional, Estado – Estado, empiece por el respeto a nuestro territorio.
¿Qué solución plantea para el problema de la informalidad en la frontera?
He planteado siempre, la necesidad de ver la ciudad franca. Hay que pensar en la ciudad franca con un régimen aduanero y fiscal que tenga la posibilidad de agilizar el comercio, pero al mismo tiempo generar base industrial, que tendría que ir acompañada de los corredores viales para ganar competitividad.
Espero ser un presidente que trabaje con esta región para mitigar los riegos de lo que será el desastre económico y social de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en Venezuela. Necesitamos que la región supere esa dependencia histórica y se concentre en desarrollar una base industrial de largo plazo, en la que se puedan eliminar las distorsiones que ha generado el mercado binacional a favor del contrabando.
¿Cómo hacer para salvar a El Catatumbo?
La paz es un anhelo de todos, pero la paz se construye sobre la base del imperio de la ley, de la legalidad, de las reglas de juego. Lo que infortunadamente estamos viendo en El Catatumbo, por las políticas erradas del gobierno de Juan Manuel Santos y por el patrocinio del gobierno de Venezuela con algunos sectores de la Guardia Nacional vinculados al narcotráfico y que han sido denominados, internacionalmente, como el ‘Cártel de los Soles’, es una zona de tolerancia, que lo que genera es más violencia, más inseguridad, más incertidumbre.
Si queremos realmente sembrar la paz en El Catatumbo ,lo primero que necesitamos es el ejercicio legítimo de la autoridad del Estado, en cabeza de un presidente que no permita que el narcotráfico se mantenga de manera soterrada y que siga alimentado la ilegalidad, acompañada de la delincuencia de algunos sectores de la guardia venezolana.
¿Cómo industrializar a Cúcuta?
La industrialización nunca ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso de múltiples factores. Una ciudad como Cúcuta merece tener un régimen aduanero y fiscal especial para permitir esa inversión, necesita tener corredores viales que permitan sacar a menor costo muchos de los productos, una integración con las cadenas de valor dentro del país y facilidades en la política laboral que aproveche a la población joven. Esas reglas de juego deben tener un acompañamiento, si eso no se hace nos vamos a quedar en los discursos áridos.
¿Cree que la frontera debe mantenerse cerrada por el bien de los cucuteños?
Una circunstancia es la lucha contra la criminalidad y la delincuencia, y otra es la política migratoria y de buen vecino. Si a Colombia llegan delincuentes, la capacidad nuestra tiene que ser siempre enfrentarlos y sancionarlos ejemplarmente. Lo que debemos tener claro es que esos cierres ininterrumpidos e improvisados generan males peores. Necesitamos una gran trasparencia sobre política fronteriza. La política de cierre, por el cierre en sí mismo, lo que termina es incubando males mayores para el país.
¿Qué postura asumir ante las violaciones de la soberanía en la zona de frontera?
Lo primero que tenemos que garantizar es la defensa honorable de la soberanía nacional. No se trata de promover la agresión, ni de tener un lenguaje guerrerista. Se trata de que el Gobierno tenga el carácter para denunciar la complacencia del gobierno venezolano con el terrorismo en Colombia. El Gobierno sabe que en territorio venezolano hay cabecillas del Eln y no lo ha dicho. Quisiera ver firmeza de la cancillería sobre los seriales de las armas. Estas incursiones, que son una provocación, una invasión temporal al territorio colombiano, no las podemos manejar solo con cafecito y llamadas telefónicas. Necesitamos hacer una defensa honorable a nuestra soberanía, que es la base del entendimiento entre los pueblos.
Como presidente de los colombianos, si gozo con ese respaldo popular, lo primero que les diré a todos es buscar el entendimiento con los vecinos, pero jamás dejar que la diplomacia se convierta en hipocresía.
