1.- Previendo los desarrollos –que en muchos órdenes y factores –puede experimentar Cúcuta e incluyendo la competitividad que en el uso del servicio aéreo se cumplirá desde otras zonas o áreas nacionales, sin olvidar las opciones de La Fría (Venezuela) por la potencialidad de las perspectivas hacia la industrialización y porque sobre el aeropuerto Camilo Daza, se experimentan turbulencias, por las fuertes corrientes de aire que se producen y que en múltiples ocasiones ha generado nuevos intentos para los respectivos aterrizajes o demoras, para el inicio de los vuelos, resulta oportuno y conveniente, insinuar y someter a consideración de las autoridades aeronáuticas, como de la región, un sereno y futurista replanteamiento de ubicación, para el aeropuerto Camilo Daza.
¿Por qué y para qué? Para atender situaciones que ameritan una serena evaluación y para dar pronto paso en Cúcuta, al establecimiento del necesario y urgente Parque Industrial, que bien podría tener cabida y proyección, en lo que hoy constituye el aeropuerto, que se trasladaría a las inmediaciones de Puerto Santander y dándole un gran impulso a las opciones de conexión férrea, que desde tiempo atrás se viene estudiando, sobre esta zona, en procura de acciones promotoras de desarrollo.
2.- Con dedicación, esmero y entusiasmo, estas variables, permitirían el dar cabida a lo que tanto se ha advertido con el desarrollo industrial y el aprovechamiento de ventajas comparativas de ubicación geoestratégica, que no se han utilizado, por estar pendientes solo de lo que se consigue en vial – o sea, por tramos o a pedazos – pero sin abrirle caminos al transporte masivo y rápido, que pueden generar tanto el avión, como el tren. Y, que, quiérase o no, no hemos valorado suficientemente, dentro de la proyección que debe constituir nuestro reto.
3.-La Zona Franca Industrial y Comercial de Cúcuta-que entregó las posibilidades industriales que le brindaba lo predispuesto en su Plan Urbanístico y Arquitectónico, cuando le fueron entregadas a la Policía Nacional, el área que estaba dispuesta para ello y ,para que allí, ella, construyera su edificio administrativo- , infortunadamente ,pasa por otro momento desconcertante de su historia, porque no se ha definido el ente operador y la Cámara de Comercio de Cúcuta, no ha obrado con la sabiduría y prontitud ,que amerita ese instrumento de comercio exterior y desarrollo, establecido , desde el comienzo de los años 70,pero ahora limitado y frenado administrativamente, porque no hay entendimientos y claridades, que verdaderamente trasciendan, en su operatividad y servicios, porque : A nivel del gobierno nacional, como de lo departamental y municipal –y, sin que los sectores gremiales, laborales y políticos, actúen o se aproximen al examen y valoración de estas realidades- hay, un obrar afortunado y constante, que permita, la generación de acciones y actitudes, para un mecanismo de esta naturaleza y que puede ser muy útil para los avances de la zona fronteriza y la generación de empleos.
Lamentablemente, estos temas, no trascienden, porque hay ausencias en presencia y participación, en los cargos, medios y posiciones, que deben velar por el presente y futuro citadino, regional y fronterizo.
Por eso, la conveniencia y urgencia, de un enfoque detenido y profundo sobre la realidad que experimentamos, junto a los análisis sobre lo que nos espera, para que los pasos que se deben dar, hacia el cambio y transformación, que se requiere, verdaderamente penetre y dinamice a la dirigencia y a toda la comunidad, porque hay posibilidades, pero se necesita: más unión, labor en equipo y más aciertos.
JOSÉ NEIRA REY
Foto: www.contraluzcucuta.co