1.- Hay algo y muy grave que vulnera y agrava seriamente, tanto la estructura operativa de la región y de los lugares connotados e importantes, como la vivencia y el desarrollo, de un mejor futuro, junto a la conformación y presencia de verdaderas y ejemplarizantes actitudes que superen la apatía, la indiferencia, la pasividad y el aislamiento, que genera el decaimiento empresarial, la ausencia de gestiones de cambio y transformantes.
Así como una conducta que incluya, otorgarle a nuestro diario vivir una mayor y mejor dosis de sociabilidad, labor compartida y atenta a la formación de una unión constructiva, innovadora y aplicada a la defensa y al progreso de la zona fronteriza, tan duramente maltratada, abandonada y marginal por la carencia de una dirigencia política y administrativa que entienda y valore el inmenso daño que se experimenta si no logramos obtener lo que nos falta y proyectar lo que necesitamos y queremos, dada nuestra especial ubicación geoestratégica y las posibilidades en múltiples campos y actividades, si estructuramos una visión real y futurista, para empeños y propósitos generadores de empleo, mediante aportes nacionales e internacionales, que se origen por acercamientos y entendimientos en la búsqueda de una vida armónica, participativa y productiva, que se sustente por la investigación, la capacitación y la atención educativa, como tantas veces se ha pregonado y casi implorado, pero que sigue sin tener los respaldos y las convicciones que amerita el retiro que hoy vive y experimenta no solo Cúcuta y las poblaciones hermanas, ante la constante irrupción del desempleo, la división en la acción y la ausencia de soluciones y el registro diario de avisos con el cierre de establecimientos o la aparición de avisos de se vende o arrienda, ante la no presencia de los poderes centrales, la desatención a la frontera y una espera infecunda de los mismos con las mismas, en organismos y asociaciones de representatividad y de mando que no se dan cuenta de los errores y del lamentable espectáculo de no hacer nada por el cambio y la trasformación que a gritos y de aquí y de allá sintetizan las fronteras y los pobladores.
2.- Sí, hace falta una gran convocatoria general de renovación, cambio y trasformación, que involucre a todos los sectores y que dé camino y tránsito libre a nuevas gestiones y consignas, que tengan por asiento y sustento el convencernos plenamente de que necesitamos una nueva y mejorada actitud regional y fronteriza para dar aliento y vida a iniciativas y proyectos que no pueden esperar.
3.- Comprendiendo en su plenitud e importancia, no solo el registro histórico, sino la real y permanente visión y perspectivas en el enfoque y análisis de lo que es y sintetiza nuestra referencia integracionista, que vivieron y nos dejaron como herencia los padres de la patria grande, junto a las ventajas comparativas que no hemos canalizado y aprovechado suficientemente, por otorgarle más tiempo y trascendencia a la ganancia fácil, el obrar individualista y el no laborar en equipo e inteligentemente.
Sí, la hora de ahora y para la frontera debe ser de cambio, unión y labores en equipo y para ello es menester y urgente tomar conciencia de lo que pasa y lo que no podemos continuar descuidando. Lo político, social y administrativo, sin excusas, ni postergaciones, tienen la palabra y la acción.
JOSÉ NEIRA REY