Siete meses duraron las ilusiones nortesantandereanas en la Embajada de Colombia en Venezuela, tras la renuncia del cucuteño José Fernando Bautista a la representación diplomática en Caracas. El nombramiento se hizo en Santa Marta, en la reunión de los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez para normalizar las relaciones económicas entre los dos países. Y la dimisión, fechada el 11 de mayo, se hizo efectiva este lunes a raíz de los escándalos del Grupo Nule.
En Cúcuta, al conocerse la designación de Bautista, hubo algarabía y los productores de la región pusieron sus esperanzas en la gestión del exalcalde para rescatar la deuda contraída por Cadivi, que superaba los 80 millonesde dólares.
En el momento del anuncio del nombramiento del Embajador, el presidente Santos le dijo a Chávez que era “una persona muy cercana a Venezuela, porque viene de Norte de Santander, se llama José Fernando Bautista”. Sin afanes reconoció la amistad que los unía y aseguró que “es muy cercano a mí”. Para reforzar ese acercamiento con el Gobierno los presentó como el “yerno, o sale con la hija del vicepresidente Angelino Garzón”. Y para rematar la presentación indicó que “quiere mucho a Venezuela, y viene de ese departamento que colinda con su país”.
Chávez se mostró complacido con las palabras de su homólogo colombiano y respondió que “estamos muy contentos con esa noticia”. Prometió evaluar la información para darle las credenciales, y así sucedió.
El 19 de octubre de 2010, José Fernando Bautista asumió el cargo y la pólvora explotó en Norte de Santander. La Cámara de Comercio de Cúcuta le rindió homenaje en la fiesta de los 95 años y lo exaltó por la llegada a la oficina de Caracas.
En la última visita a la ciudad se comprometió a trabajar por el puente de Tienditas y el trasporte masivo binacional, con el beneplácito de la dirigencia gremial y política nortesantandereana. Ahora, esos proyectos quedan sin el padrino que los presentó ante el gobierno venezolano.
La salida de la Embajada la ocasionó una diligencia encaminada a facilitar la relación comercial entre dos compañías privadas. Entre esas firmas había del grupo Nule, conocido como uno de los conglomerados exitosos de Colombia. También, se corrió la voz que involucraba a Bautista como intermediario entre los hermanos Nule y la contralora Sandra Morelli. La versión quedó desmentida, pero la decisión de abandonar el cargo estaba tomada y siguió el curso.
Bautista es un abogado, especializado en Planeación y Administración del Desarrollo Regional; en Gobierno, Gerencia y Asuntos Políticos. Se desempeñó como Ministro de Comunicaciones, gerente del Banco Agrario y presidente de la Asociación de la Industria Celular de Colombia y de la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones (CRT).
En el exterior ejerció como secretario ejecutivo de la Comisión de Integración Presidencial con Ecuador, asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores y cónsul general en Sao Paulo (Brasil).
LA RENUNCIA
He presentado renuncia a mi cargo como embajador de Colombia en Venezuela al presidente Juan Manuel Santos, con quien he compartido diferentes proyectos políticos y un sentimiento de amistad y admiración.
La semana pasada se difundió una inexistente situación según la cual la contralora Sandra Morelli le solicitaba dádivas a los Nule por mi intermedio, versión que fue desmentida por parte del propio apoderado de este grupo, por carecer de fundamento alguno.
Ese episodio, junto a la filtración que se hace de algunas informaciones para plantear conclusiones equivocadas y fuera de contexto, me demuestra que lo mejor es reiterar mi decisión de renunciar a mi cargo, tal como lo hice por escrito el pasado miércoles 11 de mayo.
También, porque no quiero que se mezcle mi actual función de servidor público, con un acto legítimo como fue mi gestión comercial, en momentos en que no ejercía ningún cargo público, dirigida a facilitar una relación comercial entre dos compañías privadas, una de ellas el grupo Nule, que en ese momento se le reconocía públicamente como uno de los grupos empresariales más exitosos de Colombia.
He tomado esta decisión, humanamente muy dolorosa, porque quiero evitar, a toda costa, que se afecte lo mucho que hasta ahora se ha conseguido en cuanto al mejoramiento de la relación entre Venezuela y Colombia, bajo la férrea decisión del presidente y la acertada orientación de la canciller María Ángela Holguín, quienes han hecho un trabajo extraordinario, tal y como la sociedad Colombiana lo reconoce.
No es nada fácil para mí renunciar a algo que como cucuteño desee por mucho tiempo y para lo cual estaba preparado; espiritualmente me voy tranquilo por los resultados obtenidos y por mis actuaciones.
Dado en Bogotá a los quince días del mes de mayo de 2011
JOSE FERNANDO BAUTISTA QUINTERO.