SAN CRISTÓBAL – Venezuela.- Cantos, consignas y oraciones se escucharon desde la entrada a El Cobre (estado Táchira) hasta la cancha pública, en la peregrinación juvenil. En las calles del municipio montañoso se sintió el júbilo de los jóvenes católicos, que caminaron hasta la parroquia San Bartolomé para encontrarse con monseñor Mario Moronta.
La décima edición congregó a miles de jóvenes de pastorales juveniles de la Diócesis de San Cristóbal, estudiantes de instituciones educativas vinculadas a la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas.
Monseñor Moronta les recordó que Jesús en el evangelio llama a los cristianos “sal de la tierra y luz del mundo”. Esta expresión es el lema del encuentro. Invitó a los jóvenes a darles sabor a las realidades en las que se desenvuelven. “Entusiasmen a sus compañeros, amigos y familiares con el sabor de Cristo, con la sabiduría que viene de Dios, con el amor de nuestro Señor”.
Al hablar de la luz del mundo, los animó a “iluminar las realidades más oscuras de la sociedad, comenzando en las redes sociales y las periferias existenciales”. Les dijo que para eso “nos alimentamos del pan eucarístico y contamos con la protección de la Virgen María”. Los exhortó a aprovechar el silencio y la oración.
Durante el encuentro se presentaron los diversos estilos de vida consagrada, tanto en el sacerdocio como en la vida religiosa, que se llevan a cabo en la Diócesis de San Cristóbal. Las preguntas de los jóvenes giraron en torno al discernimiento del llamado de Dios en medio de una sociedad tan convulsionada.