CÚCUTA.- Para este arquero santafesino, el portero elite en su proceso debe permanecer en constante evolución y no con altibajos. Un arquero con buena mentalidad y disposición llega al éxito. Por eso, desde la experiencia trata de inculcarles a Chaverra, a Da Silva y a los Sub 20 su conocimiento para que le aporten al equipo motilón.
¿Qué recuerda de su etapa como arquero profesional?
- Tengo muchos recuerdos y anécdotas. Jugué 20 años al fútbol, desde el inicio de mi carrera en Newell’s Old Boys hasta The Strongest, en Bolivia, donde terminé. Fueron momentos gratificantes y emotivos, por ahí una que otra tristeza por no lograr objetivos. Mi carrera fue basada en sacrificio, constancia, perseverancia y orgullo. Estoy contento por lo que hice.
¿Por qué escogió la posición de arquero?
- Por mi Padre. Desde los 5 o 6 años me inculcó lo que se refería al puesto de arquero. Desde esa época que jugaba en varios equipos y la familia lo seguía, empecé a copiar lo que hacía. Vinieron mis primeros guantes y a los 6 años me adapté a este lindo puesto.
¿Qué recuerda de ese camino para llegar al fútbol profesional? ¿Tuvo dificultades?
- Sí. No es fácil llegar. De chico uno tiene ilusiones y sueños de jugar en primera división. Llegué a la selección juvenil y disputé dos mundiales Sub 17 y Sub 20, sudamericanos. No fue fácil. Se trata de constancia, de ir a los entrenamientos, partidos, aguantarse los disgustos de no jugar, las ingratitudes que da el fútbol. Hay que estar preparado para los buenos y los malos momentos.
¿Recuerda su primer partido como profesional?
- Sí. Fue con Newell’s, en 1993, contra Talleres de Córdoba.
¿Qué coincidencia da el futbol, Newell’s, Colón y Cúcuta tienen los mismos colores? ¿Influyó eso en su decisión de venir a Cúcuta?
- Sí. Mira lo que son las casualidades, eso es lo bonito del fútbol. Siento que me siguen los colores rojinegros. Son instituciones importantes y hay que estar a la altura de las circunstancias.
¿Qué técnico le dio la oportunidad de debutar?
- Debute con Jorge Solari. Después, me asenté con el profesor Nelson Chabay
¿Cómo llegó a Independiente?
- Estuve en Colón de Santa Fe más o menos 8 años. Era un momento en el que todo estaba saturado. Tenía en la cabeza irme, justo tuve un buen año. El Toro Gallego, que en ese momento iba a dirigir al club, me llamó para que fuera a Independiente. Claro, con una historia tan rica y llena de títulos que tiene el club no lo dudé dos veces en aceptar y gracias a Dios se hizo esa transferencia.
¿Le costó ese primer partido en el arco de Independiente?
- No me costó. Gracias a Dios tenía una linda experiencia en mi carrera. En ese momento tenía 30 años y hacía 9 estaba en primera división. Jugué en clubes de jerarquía, así que por eso no me costó. Había que estar preparado para soportar la presión de ver a grandes arqueros campeones del mundo y de Copa Libertadores que pasaron por este club.
¿Qué recuerda de ese grupo que ganó el Clausura 2002 contra Boca? ¿Cuál fue la clave para ganar?
- Ese grupo estaba unido, era una familia compenetrada en ganar ese torneo. Teníamos la ilusión de hacer una buena campaña y empezamos a ganar desde la primera fecha. Eso elevo la confianza y con el pasar de los partidos había solidez. Habíamos llegado con altas posibilidades de ganar contra Boca. Y pasó lo que todos saben. En conclusión, se ganó con un equipo conformado por grandes personas.
¿Cómo vivió esos clásicos Independiente – Racing?
- Son clásicos tradicionales en Argentina, con mucha historia. Me acuerdo que el primer clásico que disputé lo jugamos de local en la cancha de Racing. Ganamos ese día 4-1. Fue un clásico muy emotivo, lo viví con mucha ansiedad, estuve muy concentrado.
¿Cuál fue la mejor atajada que hizo con la camisa de Independiente?
- Fue contra Boca a Guillermo Barros Schelotto. Fue una atajada que marcó un resultado, porque íbamos abajo en el marcador y cuando faltaban 3 minutos empatamos y conservamos la ventaja. Esa tapada podía haber sido el segundo de ellos. Y contra San Lorenzo, en la última fecha, tuve una linda tapada.
¿Cómo llegó al Deportivo Cali?
- Mi pase pertenecía a Colón. Cuando hago esa gran campaña con Independiente tenía muchas ganas de quedarme. Me entere de que el presidente de Colón tenía un arreglo con Deportivo Cali. Necesitaban un arquero y Colón quería a Giovanni Hernández. Así sucedió todo.
¿Porque se fue a jugar al Municipal de Guatemala?
- Después de Cali. Regresé a Colón, pero tenía ganas de irme porque quería otro desafío en mi Vida. El presidente no me dejaba salir. Oferta que pasaba, la rechazaba. Así que hay una puja para quedar libre y gracias a Dios me quedé con mi pase. Quedo libre en octubre del 2004, el mercado de pases estaba cerrado. En diciembre, se abrió y llegaron propuestas de Ecuador y Brasil. No se concretan. La que estaba concreta era la de Guatemala. No me arrepiento de haber ido a Centroamérica. Llegué a un Club grande en ese país, campeones cuatro veces de Liga y subcampeonato de Copa Guatemala. Además, llegamos a octavos de la Concacaf. Estoy agradecido con la gente de Guatemala.
¿Por qué viajó Al Nasr, de Egipto?
- Estaba en Chile. Tuve un problema con el club, porque no nos pagaban. A mitad de marzo del 2009, quedamos libres por falta de pago. Hay una ley que si no se paga cumplidamente sancionan al club y los jugadores quedan libres. Mientras esperaba que se abriera el libro de pases en Chile y Argentina, un amigo aceptó una propuesta para ir a Egipto. Iba a remplazar al arquero lesionado. No estoy arrepentido, porque me fue bien y jugué. Después me devolvía para Argentina.
¿Le costó adaptarse al idioma, a la comida y a las costumbres de Egipto?
- Me adapte rápido. Tuve un grupo de compañeros solidarios y yo hablaba inglés, con eso me defendía. Respecto a la comida no tuve problemas, porque encontré un lugar donde había todo tipo de alimentos necesarios para mí.
¿Cómo llega a The Strongest, en Bolivia?
- Se le cayó al equipo boliviano el pase de un arquero. Había terminado contrato con Boca Unidos de Corriente y me recomendó un amigo. Ahí estuve ocho meses. Un poco complicado la adaptación por la altura, pero estoy feliz, porque llegué con 38 años a un club grande. Contento por la campaña que se hizo.
¿En qué momento decidió retirarse del fútbol profesional?
- Cuando volví de jugar en The Strongest no tenía mucha oferta. Al estar parado y con 40 años se me iba a hacer difícil conseguir club. Tenía ofertas, pero ninguna me motivó, así que dije que si no había una que me entusiasmara dejaba hasta ahí. Y bueno, así paso.
¿Cuándo Lucas Pusineri le propuso trabajar en Cúcuta, que se le vino a la cabeza?
- Cuando estuve en Cali, el fútbol colombiano me gustaba. La segunda división no la conocía. El fútbol colombiano está bien catalogado y conceptuado en todos los niveles. La selección está con buen puntaje. Así que no dudé en venir y le dije a Lucas, “sí, dale, Lucas te acompaño. Y acá estamos”.
¿Cómo fue el primer entrenamiento con Juan Camilo Chaverra y Jhonny Da Silva?
- La verdad, estoy contento de estar entrenando a dos grandes arqueros. El primer encuentro fue una charla formal. Expliqué mis metodologías de trabajo, la parte conceptual del arquero y la parte específica del entrenamiento. Tuve un recibimiento bueno. Estoy feliz por la predisposición que tienen a la hora de trabajar, y eso para mí es importante.
¿Qué tiene que tener un buen preparador de arqueros para que haya conexión y comunicación con los jugadores?
- El que fue arquero tiene ventaja sobre el que no fue. El que tuvo experiencia bajo los tres palos tiene un plus, porque explica desde la experiencia lo que puede vivir y sentir un arquero. Cada vez les hablo más a Chaverra y a Silva sobre situaciones que se les pueden presentar. No es fácil el puesto de arquero. Creo que por eso es uno de los mejores arqueros de la división. Las condiciones de ambos van en mejoría.
¿Por qué dicen que la posición de arquero es la más desagradecida del fútbol?
- Porque si vos tapás 10 pelotas en todo el partido y en el último minuto alguien te hace el gol, todos te van a criticar y a señalar toda la semana por el que no tapaste o porque se te escapó de las manos. Por eso es ingrato.
¿Cómo podemos describir a Leonardo Díaz?
- Soy laburador, testarudo del trabajo, de mi idea, de mis fundamentos. Soy tenaz, obsesivo con lo que se hace. Trato de ultimar detalles en todo momento para que salga bien, soy detallista. Todo lo que tiene que ver con la sicología del arquero trato de inculcar mucho a Silva y a Chaverra.
¿Se volvió hincha del Cúcuta?
- Sí, obvio somos hinchas del Cúcuta y ojalá que en diciembre podamos tener una alegría grande.
¿Qué tanto tiene que estar preparado el técnico de arqueros en cuanto a sicología para levantar al jugador que pasa por mal momento?
- La parte sicológica del entrenador debe ser fundamental. Tiene que estar seguro de lo que quiere trasmitir. Todos miramos ejercicios en libros, en You Tube, pero después eso hay que saberlo transmitir. Eso es lo esencial.
JORDY ORLANDO CRUZ