CÚCUTA.- “Soy católica, apostólica y romana”, dijo Marina Lozano, presidenta de la Asamblea de Norte de Santander, al definirse fuera del trabajo cotidiano que le depara la política regional. Es humilde y sonriente; oriunda de Convención y criada en Ocaña. Vivió la mayor parte de la adolescencia en el barrio Juan Atalaya, de Cúcuta, con sus padres y hermanos. En esa época no había comodidades en el hogar, pero eran felices.
“Nunca jugué con muñecas. Lloraba porque no me daban regalos”, dijo al recordar la infancia. “Debíamos trabajar duro”. Siempre recuerda la finca de la nona, en Ocaña. Tenía tres años y conserva esas imágenes, que salen a flote en las conversaciones familiares.
Esta rubia de ojos claros y piel canela se caracteriza por la sencillez a la hora de hablar. Un día, alguien le recomendó buscar un diseñador de modas para que la asesorara. Como política debe atender varias reuniones al día y el consejo se lo daban para que estuviera distinta en cada ocasión. No acató la sugerencia. Respondió con el tajante “compro lo que me gusta”.
La gente cree que es seria, pero la verdad es que le gusta compartir y mantener el buen trato ante todo.
Mantiene la mirada fija cuando habla de Dios. Cree en Dios y en la Virgen. Al lado de la cama tiene al Niño Huerfanito y a donde va lleva la imagen de Santa Marta, a la que tiene por protectora. “Creo que existe lo malo, si no, no existiría lo negativo, la maldad”.
Marina Lozano es madre de un hijo de 24 años. Es difícil ser madre y presidir la Asamblea a la vez. Toda la vida ha sido trabajadora y ha tenido que quitarle cariño al hijo para cumplir con las obligaciones. “Gracias a Dios se ha criado bien. Por ser varón se ha apegado a mí. No se lleva bien con el papa. Aunque lo he dejado solo, se ha criado con valores y principios”.
Le gusta viajar y el lugar favorito para descansar es la Costa, el mar donde sea. Trata de disfrutar cada día al máximo, aunque generalmente no es fácil conseguirlo. La frase preferida es “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.
Le gusta leer libros religiosos para recrearse con Dios. Sin la ayuda de Dios nada sería posible. Es responsable y de carácter. Las responsabilidades priman muchas veces por querer darle a su hijo lo que ella no tuvo.
Esta agradable nortesantandereana repudia el maltrato contra la mujer y ha hecho campañas de sensibilización en contra de la violencia femenina. “Me parece terrible, horroroso, que un hombre maltrate a su mujer”.
Este año quiere sobresalir en la presidencia de la Asamblea, donde trabaja con 12 hombres. Su deseo es salir por la puerta grande, como en las corridas de toros. No será inferior al encargo que le dieron sus compañeros de corporación.
El día comienza a las 5:00 de la mañana. Se levanta, se arreglo y sale a atender a la gente. “Llevo 25 años de trabajo político”. Comenzó como directora de Tránsito; después, Secretaria de la Mujer y luego de Gobierno. Ahora, está en la presidencia de la Asamblea de Norte de Santander.
DAYANA QUINTERO
Estudiante de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario