CÚCUTA.- Agachado, casi en cuclillas, está el joven que tiene a cargo la elaboración del mural en la pared externa del colegio La Salle. Transeúntes, conductores y pasajeros de transporte público o particular ni cuenta se dan del trabajo que cumple, ahí, casi acurrucado para darle a la ciudad una imagen que servirá como punto de referencia.
Hender Higuera un día tomó por apelativo Virus. Así firma el trabajo y lo estampa con colores llamativos para que destaque y no pase inadvertido quién es el autor del Grafitapas. Esta ardua tarea fusiona lo gráfico con la recolección y el reciclaje de tapitas. El reto es pegar 90.000 tapitas, en las dos primeras fases del proyecto.
Las tapas llegan como por arate de magia. La gente pasa y deja la bolsa con las que ha recolectado en casa o en el barrio. También, en la fundación Quinta con Quinta hacen recolección entre miembros y amigos, trabajadores y otras organizaciones para tener suficiente materia prima y no permitir que el trabajo se detenga.
La idea principal estaba. Jorge Botello (Ahiman) la concibió, pero no había quién la ejecutara. De repente, apareció Hender, grafitero y muralista. Tomó la bandera, conformó el equipo, se puso manos a la obra y le ha cambiado la imagen a ese espacio que por tiempo lució en malas condiciones.
¿Cómo diseñan las figuras?
- Todo tiene que ver con la diversidad de Norte de Santander y el cuidado del medio ambiente. Empezamos con mariposas; luego el toche, ave insignia del departamento; después, la palabra Cúcuta, para que la gente entienda que es un tema de apropiación de todo lo que tiene que ver con nosotros.
Siguen en el listado de figuras el colibrí, la flor de la cayena, las guacamayas, los indígenas, el café y de fondo irá la cachama. La piña es otro cuento. Guarda relación con la cosmovisión. Según los barí, la etnia procede del corte de una piña.
El trabajo se detiene un momento para narrar la historia. La selección de las tapas es otra labor dispendiosa que se cumple, en la Fundación, los sábados. La organización se hace por colores y las hay rojas, rosadas, amarillas, azules, blancas. El pegado es de lunes a viernes y se adelanta en medio de la comodidad que proporciona el espacio.
Las complicaciones no faltan y aparecen, justo, cuando comienza a hacerse realidad el diseño. Las tapas conservan el color natural y, en ocasiones, la cantidad no es suficiente por lo que echan mano a la teoría de las combinaciones y se la juegan para aprovechar el material que tienen. De esa manera se cumplen los objetivos trazados.
¿Qué es lo dispendioso del trabajo?
- La recolección, la organización, la selección, la pegada de las tapas. Podemos trabajar en tramos de 30 por 10 centímetros, porque el cemento se seca y es difícil pegarlas.
La tercera etapa está en crudo. En cualquier momento habrá reunión en la Fundación para escuchar propuestas, planear el diseño y elegir las figuras que aparecerán en el muro para admiración de los cucuteños y los visitantes.
Alguno transeúntes aprovechan que Hender tiene tiempo para escucharlos y le cuentan que cuando ven a alguien con intenciones de dañar el mural lo reprochan y lo instan a respetar la obra. Otros, espantan a los habitantes de calle para que no tomen el espacio como letrina pública.
- Me parece genial y chévere que la gente se sume con la bolsita de tapitas, que pregunte, que interactúe y que esté pendiente.
RAFAEL ANTONIO PABÓN