CÚCUTA.- Llegó la hora de la verdad. De aquí en adelante solo cuentan el presente y el futuro, el pasado quedó atrás, así haya sido definitivo para estar en esta fase. Cúcuta Deportivo y Fortaleza fueron los mejores de los cuadrangulares y ganaron el derecho a disputar la final.
Lástima que los motilones, por la confianza que da el saberse clasificado con anticipación, no se despidió del Grupo B con el triunfo frente a Llaneros. Hubiera sido un capítulo sellado por lo alto y con los honores que merece uno de los mejores clubes de la segunda división y con olor y sabor a primera A. 1 – 0.
En cambio, Fortaleza hizo la tarea y obtuvo los tres puntos en disputa contra Boca Juniors de Cali (2 – 1). Los de Bogotá tenían la necesidad de ganar para no dejarse arrebatar el primer puesto de Leones, que quedó a la vera del camino tras empatar con Real Cartagena.
La sentencia está dictada. Motilones y rolos se verán las caras en la final. El primer partido será en el estadio General Santander, delante de una de las grandes aficiones de Colombia. El 14 de noviembre, a las 7:30 de la noche, los cucuteños esperarán a los capitalinos para dar el primer paso hacia el título del Torneo y el salto que se requiere para retornar a la primera división.
Los hinchas del once fronterizo han demostrado el fervor que sienten por el rojo y el negro, así sean colores sufridos. Partido a partido han acompañado durante el semestre a Mastrolía, Ríos, Agudelo, Moreno, Duarte, Zapata y el resto de la banda que los ha encumbrado a lo más alto del firmamento futbolístico.
Las horas invertidas en largas filas para entrar al General o para llegar a casa tienen la recompensa esperada. Las rabias expresadas encuentran el aliciente buscado. Las angustias vividas hallan el beneficio procurado. Las lágrimas por las victorias o las derrotas se han secado y están listas para correr de nuevo con la emoción que depara el Cúcuta Deportivo.
Los visitantes saben que acá el fútbol se juega a otro precio. Y, seguro, no vendrán asustados, ni temerosos, pero sí llegarán al estadio con cierto recelo, porque el fortín los sorprenderá con la fiesta que viven los aficionados. Desde el pitido inicial hasta el ‘no va más’ habrá cánticos, bengalas, coros, olas, iluminación celular y derroche de energía.
La vuelta se disputará, el 17 de noviembre, en el estadio Metropolitano de Techo, en Bogotá. Para ese día, el Cúcuta Deportivo tendrá que estar tranquilo en las cuentas y con tres puntos en las alforjas rojinegras.
El vencedor de la final enfrentará a Patriotas (ganador en el primer semestre) y será el que reciba el beneplácito para ascender a la Liga 2024.
RAFAEL ANTONIO PABÓN