CÚCUTA.- Debieron pasar 15 años para que los seguidores del Cúcuta Deportivo volvieran a ver un partido con siete goles. Las anotaciones son el elíxir del futbol y en los graderíos se bebe con gusto, casi hasta llegar al estado de ebriedad. Cada vez que el balón entra al arco contrario, el cuerpo del hincha libera toxinas y las secreciones acumuladas por la tensión salen por los poros.
Desde el comienzo del encuentro los aficionados siguen con atención el balón y no le quitan la mirada para evitar perderse de algún lujo o un yerro, de un túnel o un taco, de un cabezazo o una parada de pecho, de un amague o una finta. Mientras los ojos van pegados a los pies del jugador, el resto del cuerpo se alista para el momento de saltar.
En las clases de anatomía los profesores no enseñan que el ser humano tiene un resorte que se activa de manera automática cuando el árbitro se equivoca, cuando hay un posible penalti, cuando el remate roza el arco, cuando el adversario le pega a un local, cuando el portero de la visita vuela, cuando la pelota pega en la malla lateral.
A nadie le importa quién esté al lado, al frente o atrás. Lo que vale es el grito y si a alguien no le gusta ¡pues de malas! (el tono a lo Francia lo pone cada cual). De repente se escucha “siéntense”, orden que pocos acatan, porque en ese instante hay que sentir la emoción para liberar el máximo de energías.
Fecha: 29 de marzo de 2008.
Rivales: Cúcuta Deportivo y Deportes Quindío
Escenario: Estadio General Santander
Marcador: Cúcuta 4 (Urbano – Cabrera (2) y Amarilla) – Quindío 3 (Valencia – Santoya y Velásquez).
Fecha: 27 de julio de 2023
Rivales: Cúcuta Deportivo y Atlético Junior
Marcador: Cúcuta 4 (Olivera (a) – Agudelo – Estupiñán y Ríos) – Junior 3 (Fuentes – Rojas y Bacca)
Siete goles se convierten en un partido vertiginoso. De ida y vuelta. Dos para el local (2 – 0), descuento (2 – 1), aumenta la cuenta (3 -1), se acorta la distancia (3 – 2) y se ponen cifras definitivas (4 – 3). ¿Quién se concentra en esa montaña rusa?
Así es como gusta el fútbol, con equipos de van al ataque, que no nos amarrados, que salen a ganar, que encuentran un rival con los mismos deseos. Los problemas llegarán después para el técnico perdedor, al que seguro le darán bolillo en la arenosa o para el autor del autogol o para los directivos por la vergüenza de perder contra un club de segunda división.
En casa, también, el triunfo desata la tormenta por los precios de la boletería, por la escasa presencia de aficionados, por el desinterés de los accionistas para atraer público, por la pérdida del amor de los hinchas, por la puesta en venta de los abonos (Norte y Sur: $ 45.000 – Oriental: $ 98.000 – Occidental baja: $ 220.000 – Occidental alta: $ 260.000) y por la falta de contrataciones de peso y de jugadores de renombre.
Por ahora, a pensar en el partido por el Torneo, contra Real Soacha Cundinamarca. El central será Yoorbis Sierra (Guajira), asistente 1, Andrés Julio (Bolívar) y 2, Kevin Santos (Santander). Cuarto árbitro, Gabriel Figueroa (Norte). Seguro, no habrá siete goles, pero es otro peldaño del camino a la A.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
Apoyo histórico de Jorge Enrique Rico