Esto es un pare en el camino para mejor visualizar y entender la magnitud del esfuerzo y la tarea que a cada uno nos corresponde atender y cumplir, como partes integrales de nuestro planeta, que en su esencia no tiene fronteras, naciones o estados, sino oportunidades de ascenso y plenitud, si entendemos las obligaciones y los derechos.
En estos días de análisis y encuentros, cuando para la plenitud de las vivencias es exigente una sinceridad sin vericuetos y una claridad conceptual en todo juicio, apreciación o parecer, los invito a recordar que todo lo existente en nuestro mundo viene a cumplir una tarea y que nadie –sin excepción alguna –puede excluirse por sí mismo de la labor que le corresponde, dado que los efectos de culpa, omisión o independencia acarrearía mayores obligaciones o cargos en el desarrollo de cada gestión y porque siendo todos los miembros de la comunidad humana- al igual que todo ejemplar de los seres vivos- parte integral de este planeta que llamamos mundo o la tierra – los deberes y los derechos bien aplicados se trasforman en evolución según sean los grados de avance en el cumplimiento de cada etapa o episodio que corresponda al ciclo que determina y define la cabal realidad y entendimiento de lo que es tanto el universo, como la noción de vida.
Y porque Dios es la consecuencia y la conclusión a la que llegamos cuando intentamos descubrir lo que somos, lo que fuimos y lo que podemos ser, bien vale reconocer y aceptar que nuestro mayor compromiso es ser, bajo los designios y la tutela de ese ser supremo que nos sacó de la nada para compartir con Él y con su noción de existencia lo que es la realidad, el tiempo, el espacio y todo cuanto significa o representa color, forma, tamaño y composición de partes, complementos o referencias de lo que sea imaginable.
Sí, como seres y exponentes planetarios debiéramos obrar con mayor alerta y tino en el avance de logros y sanas expectativas para todos y modificando las limitantes que hemos venido usando por ignorancia, como son las fronteras, las naciones, los países o los estados, porque nuestros deberes y derechos son universales.
Si llegamos a captar la noción y el alcance de estas opciones y visiones, nuestro entendimiento ampliará su gigante y comprometedora tarea y los logros serán de tal magnitud y composición que incuestionablemente comprenderíamos que Dios es indefinible, porque es algo más que la materia, superior a todo juicio de cualquier alcance y tan omnipresente, porque no tiene contraparte, pero sí es partícipe y ejecutor de acciones y conductas inconmensurables y saturadas de sapiencia, única e irrepetible.
Por todo esto, los invito para que en estos días de tanta vigencia, aceptemos que somos parte integral de la naturaleza más compleja e interesante de toda la historia, gracias a las razones o motivos que fueron origen de nuestra presencia, en este nuestro mundo y para cumplir una labor o tarea que solo podremos descubrir y detallar integralmente cuando tengamos el poder de ubicarnos en planos superiores y de entender y comprender la magnificencia de nuestro creador y forjador del universo.
Cuando hayamos llegado a estas etapas, es posible que haya una nueva visión y valoración de particulares, sobre lo que ahora creemos conocer y apreciar con nuestra ignorancia y manifiestas debilidades.
Feliz año nuevo
JOSÉ NEIRA REY
Foto: http://www.bbc.com/mundo/noticia