CÚCUTA.- Mientras los expositores, autores y escritores con algún renombre nacional o local son destacados en los plegables de la sexta Fiesta del Libro de Cúcuta, ‘El Expoeta’ René Vega reparte en medio del anonimato sus escritos fotocopiados.
Este hombre de espíritu creador aprovecha la asistencia del público a conferencias y conversatorios para entregar cinco hojas en las que escribe, por ambas caras, las historias y los poemas que quisiera que los cucuteños leyeran como lo hacen con los títulos rimbombantes de libros y cartillas.
“Necesito o busco mecenas, editoriales, revistas, periódicos, instituciones culturales, etcétera, que publiquen masivamente mis mensajes”, es el clamor que copió junto a su foto en la primera página de las 10 que contienen poemas tipo exportación, el descubrimiento más grande de la historia humana y el fin del mundo.
René Vega luce bien, carga un bolso tricolor y lleva gafas oscuras. Estira la mano y entrega el material producido en horas de trabajo y de lucidez poética que tituló ‘Dios es el universo’ o la gran Verdad.
“Entiendo que las religiones fueron creadas por los hombres”, es la frase que le da paso al pensamiento de este creador de ilusiones. “La mayoría con fines religiosos y políticos idearon un dios, unas leyes; un dios creador y personificado con leyes morales. Una política sin dios ni leyes no es buena y un dios equivocado tampoco es un buen dios”.
Está seguro de que Dios no es como una persona, sino que por el contrario es todopoderoso y superior a los seres humanos. “No tiene forma de persona ni atributos personales; sino atributos celestiales o universales”. Está convencido de que Dios es el universo y de que el universo no tiene creador. “Se auto creó y también se auto gobierna”.
Ese universo es que le da la humanidad la vida, los alimentos, el calor, el frío, el agua. “Hasta la libertad para equivocarnos o para no equivocarnos, para ser buenos o para ser malos”.
En el poema ‘Mensaje en flor’ describe a Dios como “alguien que traía en su equipaje la luna y las estrellas; la noche y los días; el aire y su sonrisa”. Y reconoce que puede equivocarse por su condición de mortal. Pero no acepta que se equivoque la humanidad y por tantos siglos “adorando dioses falsos o idolatrando por tantos siglos sí es lamentable y grave”.
Defiende su teoría del universo como Dios. “El universo no es un dios imaginario e inexistente. El universo es un dios real y presente. En la vida lo más importante es Dios y encontré a Dios en el universo. Para mí, Dios es el universo y el universo es Dios”.
Quizás René Vega encuentre pocos seguidores para su manera de pensar. Quizás no esté en procura de encontrar quién lo siga en esa doctrina que predica. Quizás salga del anonimato y en la próxima versión de la Fiesta del Libro traiga sus composiciones poéticas empastadas y con el nombre de alguna editorial.