CÚCUTA.- La exclamación es de un hombre que camina por la acera, mira a la derecha y la mirada tropieza con la figura de un joven tirado en el piso. A pesar del dolor que le despierta la imagen, sigue el camino, indiferente, como los cientos de cucuteños que transitan por ese sector de la ciudad. “Y no es solo en Cúcuta, vaya a los pueblos vecinos y verá…”, complementó.
La indigencia en Cúcuta aumentó en los últimos años. Algunos, achacan esta circunstancia a la crisis política y económica que afronta Venezuela. El paso desesperado de los venezolanos para liberarse del régimen que gobierna allá repercutió socialmente en la capital de Norte de Santander.
Otros, analizan la situación y ubican las causas en la carencia de políticas oficiales para solventar el problema desde la raíz. Desde el gobierno municipal, en varios periodos, se han inaugurado casas para atender a los habitantes de calle. Sin embargo, después de cortada la cinta el programa pierde interés y las aceras continúan siendo el lecho de hombres y mujeres que han caído en desgracia social.
- ¿Es para ver si los recogen?
Preguntó otro hombre, en otra avenida del cuadrante principal de Cúcuta, al ver que se tomaba la foto del hombre tirado en el piso, sin aliento alguno para despertar y comenzar el nuevo día.
En reciente censo del DANE, Cúcuta aparece como la ciudad con mayor cantidad de población indigente. El Departamento Administrativo totaliza 1211 habitantes de calle, el 83,6 % corresponde a hombres y 16,4 % a mujeres. Entre tanto, el Banquete del Bronx, que se encarga de repartir alimentos, destacó que para 2023 la cuenta superó los 3000.
El censo reveló que la principal causa del fenómeno está directamente relacionado con el consumo de drogas, conflictos o dificultades familiares y económicas.
La estadística del DANE señala que en casi el 50 por ciento de los habitantes de calle son venezolanos.
El hombre no miró hacia atrás, siguió el camino con la rapidez que impone el calor cucuteño. Entre tanto, los menesterosos permanecen entregados al vicio que los consumió y que los mantiene en condición de abandono.
RAFAEL ANTONIO PABÓN