CÚCUTA.- La expresión sincera y que tiene valor es UWA. Así lo explicaron ‘las hermanas mayores’ venidas de esa comunidad al Banco de la República para dar a conocer la cultura ancestral, su cosmovisión, cómo habitan el territorio y sus resistencias históricas a la violencia.
Hace mucho tiempo, cuando llegaron los colonizadores, cambiaron algunas costumbres para este pueblo. Aunque varias tradiciones perduran, otras se perdieron por el paso del hombre blanco. Hoy, no llevan las ruanas que los distinguían como indígenas de una región, lucen vestidos coloridos con significados distintos.
Tienen como dios a Sira, a quien muchos entes espirituales lo ayudan en los asuntos espirituales. No manejan una religión. Creen en los elementos de la naturaleza. Cada manifestación tiene un significado. Así, la lluvia, los truenos, los relámpagos, las tormentas, los temblores, tienen representaciones distintas.
“Nosotros no somos tribus. Somos comunidades indígenas”. La aclaración se hizo en el conversatorio con estudiantes de la Institución Educativa Frontera. “No somos tunebos, somos UWA, cuando dicen tunebo es grosero”. En el momento de la colonización, quienes llegaban asignaban los nombres a los pueblos.
“A nosotros nos llamaron tunebos, porque, según ellos, no teníamos alma. Éramos una especie de demonios”. Como todos los nombres tienen significado, UWA quiere decir “personas inteligentes que saben hablar”. En muchos libros de historia aparece la denominación tunebo, a pesar de la lucha que se ha dado históricamente.
Esta comunidad indígena no tiene escritura, la comunicación es oral. No existen signos lingüísticos y desde niños se les enseña la lengua materna. El castellano es la segunda opción, que algunos no han acogido, la entienden, pero no la hablan.