CÚCUTA.- Entre el querer del ejecutivo y el proceder de los mandos medios no hay sincronización. A esa conclusión llegó Fenalco, luego del tiempo trascurrido desde el cese del invierno sin que se hayan solucionado los problemas ocasionados en Norte de Santander.
La afirmación la hizo el presidente del gremio Rodolfo Mora, en la acostumbrada carta de los martes, al analizar cómo a medida que pasaron los días creció en el departamento la incredulidad en la voluntad del presidente Juan Manuel Santos.
“No distinguimos dentro de la jerarquía de las instituciones, quien está por encima entre el Invías, el Inco y el Ministerio de Transporte”, dijo afanado el vocero de los comerciantes en Cúcuta.
Calificó de lacónicas las explicaciones entregadas a los parlamentarios nortesantandereanos por funcionarios de cualquiera de esas instituciones, y sin la consideración que merece la investidura. Las respuestas afirman que los dineros para las obras en las vías están asignados, pero no tienen el acompañamiento del quién, dónde, cómo y cuándo.
“Esa distorsión en la jerarquía no ha permitido que algún funcionario haga entender al Ministerio de Transporte, que ante la falta de una vía apta para trasporte de carga y la amenaza del próximo invierno no es posible esperar a la construcción de una doble calzada, y que necesitamos solución en estos ocho días”, reclamó Mora Mora.
Alertó sobre la ocurrencia de una tragedia en el puente Ospina Pérez sobre el rio Zulia. Los zulianos, los trasportadores, los peatones y los ciclistas presienten el peligro y lo comentan.
“Es un puente que se está sobrecargando y que puede derrumbarse por el exceso de peso. Este puente está sobre una vía que ha sido una débil solución al transporte de carga pero es la única y no se debe correr el riesgo que se averíe ni siquiera en forma leve como está ocurriendo”.
La gravedad de lo que se avecina amerita una Declaratoria de Emergencia, según el presidente de Fenalco. Sin embargo, ironizó con que “seguramente se va a esperar a que ocurran los desastres, a pesar de que están pronosticados”.
Fustigó el “resquebrajamiento de institucionalidad” y anotó que “no está dentro de nuestra institucionalidad la obligación de obrar con rapidez y honestidad para subsanar en forma inmediata las consecuencias de un desastre natural o para prevenirlo”.