CÚCUTA.- Preocupa al gremio de comerciantes y empresarios, reunidos en Fenalco, las medidas implementadas para conjurar la crisis ambiental que vive la ciudad. Pareciera ser que no le está quedando fácil al Alcalde (Jorge Acevedo) gobernar con tantos problemas. La ciudad grita por todos sus poros que se restablezca el orden y se apliquen controles en todas las esferas de su quehacer social.
El balance económico del trimestre es desastroso. Cientos de empresas se han visto obligadas a cerrar sus operaciones comerciales con las consecuencias directas sobre el empleo. La seguridad registra que el 82 % de los delitos se cometen en Cúcuta y el Área Metropolitana.
Como si fuera poco, una crisis ambiental, improvisadamente manejada, nos obliga a revivir los difíciles días del tapabocas obligatorio para protegernos, no de un virus, sino de gases tóxicos, pero que tampoco se le explica a la ciudadanía porqué hay que usarlos. De ahí que algunos habitantes de la ciudad no han atendido esta medida.
Las medidas implementadas por las autoridades locales, como la restricción del uso de motos y vehículos particulares, aunado a la suspensión de clases, no mejoran las condiciones ambientales; sin embargo, atomizan la dinámica diaria de la ciudad, repercutiendo en calles solitarias, comercios vacíos y pérdidas económicas superiores a los $ 20.000 millones, las cuales, en épocas de vacas flacas, contribuyen en grado superior a la evidente desaceleración económica.
Desde Fenalco apoyamos las actividades tendientes a mitigar la emergencia de contaminación actual, pero hacemos un llamado respetuoso y contundente a las autoridades locales para que el remedio no resulte peor que la enfermedad. La ciudad no resiste más restricciones de movilidad y necesita con urgencia un trabajo articulado que nos permita superar las crisis actuales. Según estudios del gremio, febrero presentó el peor desempeño económico en los últimos años, lo cual nos lleva a replantearnos si vamos por el camino correcto.
Finalmente, Fenalco invita a las autoridades a tener mayor cercanía y empatía con los gremios de la región, pues podemos ser vehículos facilitadores de las políticas y medidas que deban implementarse, pero también podemos contribuir de manera positiva y propositiva a mejorar la calidad de vida de los cucuteños.