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CÚCUTA.- La precisión es el requisito primordial para tener un objetivo claro en la vida y en el deporte. Este elemento conduce al deportista a desarrollar la agudeza visual y la capacidad de concentración. En este aspecto es en el que trabajan cada día los miembros de Arco Norte, escuela dedicada con alma y corazón a hacer que los jóvenes participen desde temprana edad.
A diario, sin importar los cambios climáticos, los entrenadores Diego Vásquez y Eduardo Gonzales, forman y educan a jóvenes y niños en la práctica de esta disciplina y en valores que se deben tener en cuenta y practicar en la vida. La solidaridad, el compañerismo, la amistad y el respeto son algunas de las cualidades que les enseñan.
En la tarde, bajo el sol resplandeciente, una frescura invade el campo de práctica. Los chicos trabajan con la mejor actitud y con ganas de lograr el tiro perfecto. La diana o el tiro en el blanco se alcanzan luego de muchos intentos. La perseverancia los motiva a continuar, hasta lograrlo.
El arco, en algunos casos, es más grande que los arqueros, aunque es apto para todas las edades. Esta condición permite a discapacitados motrices y en silla de ruedas divertirse y ver un mundo más allá de los problemas físicos. Como no hay límite o enfermedad que impida practicar este juego, tampoco es obstáculo la edad. El único requisito es empezar una nueva aventura con esta especialidad. Este deporte no necesita de mayor esfuerzo, agotamiento, sudor y cansancio.
El tiro con arco es completo. La práctica ejercita los músculos y desarrolla la capacidad de reflejos, la concentración y dominio visual. Es aconsejable para corregir determinadas lesiones de la columna vertebral. También, le permite al arquero tener el objetivo claro, saber que cuenta con un amigo fuerte, fiel, regio, capaz de sostenerlo y que nunca se rinde.
Muchos deportistas consideran la victoria como el principal objetivo. Para los tiradores no ocurre así. Esto no mide la capacidad de decir son buenos o malos, simplemente saben que existen días dulces y amargos, que no siempre se gana, aunque se debe seguir intentándolo, no rendirse y mucho menos creerse menos que otro.
No rendirse jamás es la única opción de quien persiste por alcanzar los sueños. La seguridad y el valor les sobran a los jóvenes de la selección Norte de Santander. Andrea Camila Díaz, de 19 años, siente un gran amor por este deporte, que se convirtió en su estilo de vida, su centro giratorio. El arco le genera tranquilidad, paz, amor y pasión por lo que hace.
Para esta chica estudiosa y emprendedora, con hermosas pecas en el rostro, de encantadora personalidad y amable, se convirtió en el complemento de la felicidad. Lleva un año en la práctica y le ha bastado para desde el inicio ser parte del equipo. Lo ha dado todo en los entrenamientos, las ganas, el empeño, el derroche en el campo. Nunca deja nada para mañana, porque sabe que algún día ese arco y la flecha le darán para el sustento familiar y demostrará que no cualquiera le da en el punto exacto a la vida.
Su compañero de batalla es el Arco Compuesto, que tiene en las partes superior e inferior dos poleas que le permiten abrir el arco. Al llegar el momento del anclaje, cuando se acerca la mano con fuerza al rostro, depende del largor de los brazos, con una postura intacta y estable que den seguridad, las poleas se trancan para que el arquero deje de halar y se concentre en apuntar y mirar al blanco.
Al frente tiene el mirador, su segundo ojo, con lente de aumento, que facilita la puntería y ver a la distancia la diana. La confianza puede ser traicionada en muchos casos y se puede tener la mejor implementación, pero si el compuesto no tiene precisión es caso perdido. Por eso, deben ser uno solo y tener conexión mutua para cumplir y darle a la diana.
En estas instalaciones se dispone del equipo técnico y se brinda ayuda para que los jóvenes se inicien en este deporte. La experiencia de monitores en la modalidad de tiro a la diana se trasmite a los aprendices para que se interesen por la disciplina.
NEYNA GERALDINE SANCHEZ
Estudiante de Comunicación Social
Universidad de Pamplona
Campus de Villa del Rosario
Foto: Especial para www.contraluzcucuta.co
