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CÚCUTA.- El 16 de febrero, comenzó la travesía cucuteña por la Copa Colombia. El campeonato no despertaba mayor interés entre los aficionados, porque tienen como prioridad el ascenso. Además, en el camino aparecerían conjuntos de la primera división y la diferencia en nómina es grande.
No obstante esa desidia por la Copa, Cúcuta Deportivo ganó el primer mano a mano. Once Caldas fue el primer rival y en la sumatoria los motilones (¿o chitareros?) se impusieron 2 – 3. Era el comienzo de un camino que se avizoraba incierto y sin el sabor que pone el fútbol.
Superado el escollo planteado por los sabios de Manizales el turno correspondió a otro cuadro venido del eje cafetero. Quindío apareció en escena. Las cargas estaban más equilibradas y por el camino de ajustaron las que querían salirse de la horma. Los cuyabros quedaron el camino con el global en contra (0 – 2).
Los hinchas aún no despertaban en el furor que acostumbrado. Era mejor echarle un vistazo a la tabla del Torneo y hacer cunetas para los cuadrangulares de fin de año. Y saltó a la cancha Real Cartagena, adversario con el que se tiene cierte espinita que cada que se puede Cúcuta se la saca. En esta ocasión no fue la excepción y los amurallados acumularon otra derrota (0 – 1) contra los rojinegros.
Llegaron los octavos de final. Esa fase tenía otros aditamentos, entre los que destacó el rival. Nada menos que Júnior de Barranquilla, con una nómina de primera. Los asistentes al General Santander vibraron con los siete goles que vieron y más por el triunfo cucuteño (4 – 3).
La ventaja era escasa si se tenía en cuenta que la revancha sería en el Metropolitano, la misma sede de la Selección Colombia. Pero qué va, los motilones no creyeron en el poderío de los motilones y los dejaron en el terreno de juego desde los penales. El partido terminó a favor de los locales (2 – 1) y desde los penales, la visita se hizo grande (4 – 3).
A paso agigantado, y ahora sí con la mirada complaciente de los aficionados, Cúcuta Deportivo se instaló en los cuartos de final. El contrincante llegó de la capital antioqueña y se llevó los tres puntos. Medellín estaba listo para ser semifinalista de la Copa.
Aunque no contaba con la ‘furia motilona’ que lo arrolló en el Atanasio y lo bajó del metrocable. Desde los 12 pasos, los rojinegros obtuvieron el honor de ser reconocidos como uno de los cuatro mejores clubes en contienda.
Ahora, se aguarda por Millonarios, el campeón de la Liga, el dirigido por Gamero, el albiazul, el dueño de muchas estrellas, el legendario, el este y aquello. Serán 180 minutos en El Campín y el General. Ahí estará el Cúcuta Deportivo, con la afición a todo timbal, porque es la posibilidad de llegar a la final.
