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CÚCUTA.- ‘Mente sana, en cuerpo sano’, dijo el barón Pierre Fredy de Coubertin. La máxima la pronunció para alentar a los deportistas a mantenerse en forma física, mediante la generación de pensamientos positivos. A lo largo de los años esa frase se ha repetido como una oración y se mantiene en el ambiente deportivo.
Edwin Alberto Villasmil Moncada, hace 31 años, nació con parálisis neuromuscular, enfermedad que no lo ha limitado para tener una vida normal. Al comenzar el día asiste a terapia física, hasta las 10:00 de la mañana. Luego, dedica las horas al trabajo que un día escogió por pasión y que hoy lo colma de felicidad.
En el computador escribe, por intermedio de su madre Carmen, notas deportivas, relacionadas con el Cúcuta Deportivo, su equipo del alma. No le gusta que le cambien palabras y exige que le dejen ese párrafo como lo concibió y lo transmitió. La noche es para Facebook y YouTube.
La familia lo crio con valores y lo ha hecho comprender que los seres humanos, todos, tienen discapacidades. En unos son evidentes, en otros, quizás, estén latentes y pocos lo saben.
- No por tener una discapacidad me hace menor o mejor que cualquier persona.
Para afianzarse en esta creencia personal, está seguro de la existencia de un dios, aunque no es afín con un credo religioso. No ha culpado al dios en el que cree por como llegó al mundo. Su madre, cristiana, le ha inculcado que si su dios lo puso en esta condición es para llevarles un mensaje a los demás.
Envió un recado claro y sincero para quienes puedan estar en su limitación o afrontan mayores problemas. No se acomplejen, sigan adelante, porque sí se puede continuar el tránsito por el camino de la vida, así la adversidad quiera ponerles ‘palos en las ruedas’. ‘Todos está en el querer y en el poder’.
Al terminar bachillerato, cursó el diplomado en tácticas y estrategias en el fútbol, porque sueña con ser director técnico. Es su anhelo. A pesar de estar postrado en la silla de ruedas, no le ve mayor ciencia a ser profesor de fútbol.
- Creo que el director técnico está para hablar en el vestuario. Dar las indicaciones a los jugadores y guiar al equipo al cumplimiento de los objetivos.
Luis Fernando Montoya es el espejo en el que se mira a diario para seguir el camino en busca de hacer realidad los sueños. El ejemplo del antioqueño es el punto de inspiración para no darse por vencido y mantener la mirada fija en el horizonte que visualiza con seguridad y precisión.
La pasión por el fútbol tiene origen familiar. Los recuerdos son vagos al recordar el Mundial de Francia 98. En cambio, las imágenes se aclaran al retrotraerse a Corea y Japón. De ahí en adelante comenzó a buscar el ídolo hasta toparse de frente con Leonel Messi. Lo tiene claro, el rosarino marcó el antes y el después en el fútbol mundial.
El gusto por el balompié también lo expresa con la colección de camisetas de equipos. Tiene la del Barcelona, no ha podido comprar del Inter Miami CF, guarda las autografiadas de La Equidad y Millonarios.
- Tengo la del Cúcuta Deportivo 2006, con la firma de todos los campeones, y la del equipo que volvió, la del equipo de Aquivaldo Mosquera, una del equipo de Redín y una del equipo del profe Federico Barrionuevo.
Tres horas antes de comenzar el partido, se ve a Edwin en las afueras del General Santander. Está en pleno trabajo con los aficionados para tomarles el pulso y conocer sus pálpitos futbolísticos. Ingresa. Se acomoda en la planta baja. Ve el juego, lo analiza, entrevista a jugadores y participa en la rueda de prensa. Para cumplir esta labor exhibe la acreditación expedida por la Dimayor.
Los jugadores, al verlo en pleno ejercicio periodístico, se asombran. Quizás no han visto a alguien en condición de discapacidad metido en este ambiente. No tiene quejas por discriminación o actos desobligantes. Todo lo contrario, destaca cómo lo tratan quienes están inmersos en este mundo de balones, patadas y codazos.
- Trato de mantenerme al margen del periodista no miembro de la Acord, porque está como creando ese vínculo malo entre la hinchada y el equipo. Tengo mi posición y no pienso cambiarla. Lo que es, es, y lo que no es, no es.
La pasión por el fútbol lo llevó a los medios digitales. También, dirige la mirada al ciclismo, el baloncesto, el voleibol, el fútbol playa y otros más. Al terminar la secundaria tenía 22 años y quiso ingresar a la universidad para estudiar comunicación social. El mayor obstáculo fue la falta de adecuación para su movilización en los edificios.
En el 2019, acató la sugerencia materna y creó las páginas en las redes sociales. Edwin es diestro y las llamó De zurda te la contamos, a manera de homenaje a los jugadores zurdos, porque son más técnicos. Además, porque su ídolo es zurdo. El estilo es informativo directo. Ahora, el Barón de Coubertin podrá decir que la mente sana también existe en cuerpos maltratados por la parálisis neuromuscular.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
