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Cadena me robó una plata. Cuando a usted le deben una plata y no se la pagan, pues, se la robaron. Me pidió la renuncia y le dije que no. Me despidió. / Fotos: contraluzcucuta

CONVERSACIONES DE ENTRE CASA. No vendo humo y eso despierta envidia, Juan Manuel Villamizar

CÚCUTA.- El niño que nació en el barrio Alfonso López (Cúcuta), se crio en Ibagué, jugó para dos selecciones, ha recorrido 43 países en busca de conocimiento sobre fútbol moderno, las estructuras, la metodología de trabajo y la administración. Ha vivido 44 años en esta mundología y todavía le falta por aprender otro poquito. Por eso emprenderá un viaje en procura de alimentar el saber.

Juan Manuel Villamizar se debate entre la admiración que aviva por el trabajo cumplido y la envidia que despierta, porque no vende humo. Es entusiasta, líder, se desenvuelve en cualquier situación. Aprendió de Jorge Luis Bernal a escuchar y luego a opinar, y a ser agradecido.

A los 5 años, de la mano de una tía, se fue para Ibagué. Conoció a Bernal, jugó en la selección Tolima y tuvo a Delio Maravilla Gamboa como padre putativo. Al volver a Cúcuta formó parte de la Selección Norte, dirigida por Germán González y Ramón Cardona. Entre los compañeros recuerda a Pedro Barbosa, Miguel Núñez, Mario Landazábal y los Arciniega. Omar Vega lo llevó al Cúcuta Deportivo. Jugaba como volante de contención.

Luego de graduarse como bachiller, quiso ser abogado, pero no pudo por los constantes viajes. Entonces, participó en cursos, congresos, simposios, talleres y clínicas acerca de fútbol. En España, por invitación de Edwin Congo, visitó el Real Madrid. Resolvió volver a la universidad para ser preparador físico. De nuevo los desplazamientos dentro y fuera de Colombia no lo permitieron.

En Panamá dirigió en segunda división, pasó por Costa Rica, Nicaragua, Puerto Rico, España, Italia, Francia, Alemania, Venezuela y la lista se extiende por varios continentes. En México vivió los mejores años fuera de casa. Allí, estuvo una década y ocupó todos los cargos que pueda tener un club deportivo.

  • Hasta ahora, soy el único colombiano propietario de un equipo profesional, el Chalco Fútbol Club, de segunda división.

En tierra de manitos, también, estuvo al frente de la gerencia del Jaguares de Zapata, en el 2005. En eso estaba cuando retornó a la capital de Norte de Santander para trabajar con el Cúcuta Deportivo.

Tomó el teléfono para felicitar a Álvaro Vélez por el ascenso a primera. No había otra intención en esa llamada, pero el destino le tenía preparada la mayor sorpresa que le han dado en la vida. El presidente del once motilón lo invitó a ver el último partido y le envió los boletos.

En el General Santander coincidió con Miguel Prince y Omar Vega. Al término del encuentro Ramiro Suárez, el alcalde, preguntó quién sería el indicado para administrar el equipo. La respuesta estaba ahí, en cuerpo y alma.

Tercer piso del Palacio Municipal. A las 4:30 de la mañana del día siguiente, comenzó el acercamiento. Afloró el recuerdo del pasado, acerca de las diligencias que hacían como tramitadores de licencias de conducción. Suárez y Villamizar aprovechaban las influencias de los amigos para ganarse la vida.

  • ¿Usted cuánto gana? Preguntó el Alcalde.

5500 dólares, respondió el gerente

  • ¿Y es que usted juega? Ripostó el gobernante.

No, pero hago todo.

En México conocieron de las negociaciones y le ofrecieron a Juan Manuel más dinero para que regresara. El sueño de estar en la gerencia del Cúcuta se impuso a la suma propuesta. El cuadro fronterizo acababa de contratar al flamante gerente con experiencia internacional.

  • La etapa en el Cúcuta ha sido lo máximo, porque nadie creía.

Comenzó la confección de la lista de técnicos y se armó una terna de lujo, Miguel Prince, Norberto Pelufo y Jorge Luis Pinto. Prince se fue para Millonarios; Pelufo siguió en Junior. Pinto aceptó. En cinco minutos arregló el contrato con Ramiro. El 4 de enero, despegó la nave rojinegra.

  • Me comprometí a armar un equipo. A trabajar de la mano con Ramiro y Pinto. Ahí empezamos. Primer jugador, Nelson Flórez. Luego, Pedro Portocarrero. Después, Jorge Díaz. Empezamos a trabajar.

En el estadio no había balones, los baños estaban inservibles, la tribuna Occidental era un desastre. Pinto, sorprendido por la imagen que tenía al frente, preguntó “¿a dónde me trajo Juan Manuel?”. Villamizar llamó a Hugo Horacio Lóndero y al gobernador Morelli. Entre los tres convencieron al profesor Jorge Luis para que se quedara. Y así fue.

  • Pinto está encima de la medicina, la comida, la utilería. Es una eminencia. Es de otro nivel.

Ahí, al lado del técnico santandereano, Juan Manuel aprendió a ser una persona de mucho orden. Un jugador no llegaba porque quería llegar, lo investigaban entre 10 para darle el visto bueno.

¿Qué pasó con el Cúcuta?

  • Aquí se han escrito muchas historias, pero nunca se ha escrito la verdadera. Los directivos de la época se reunían y no había planificación. Creían que en tres meses se aprendía de fútbol.

¿Por qué se fue?

  • Ramiro me ofreció la gerencia de comercialización del equipo. No acepté y me fui para Venezuela. Allá compré el Unión Atlético San Antonio.

¿Volvería al Cúcuta?

  • Mientras esté Cadena no, porque me robó una plata. Cuando a usted le deben una plata y no se la pagan pues, se la robaron. Me pidió la renuncia y le dije que no. Me despidió.

Va para República Dominicana. Ganó el pulso por hoja de vida. El viernes viaja. Será el director técnico y director general de Cracks Sports, empresa que quiere posicionarse como la mejor. Como entrenador tiene la experiencia ganada en México y Venezuela.

El proyecto que lleva lo presentó, el año pasado a Emerson Meneses y consiguió el patrocinio. Ciamen FC fue subcampeón de la primera C. El proyecto terminó en diciembre, por falta de recursos. El esquema está escrito para competirle a Cadena, no al Cúcuta Deportivo. La idea es volver como en el 2005.

¿Por qué le creen a Juan Manuel Villamizar?

  • Porque no vendo humo. Me siento y socializo lo mío. Soy el único nortesantandereano que ha traspasado fronteras y ha dejado en alto el gentilicio.

¿Por qué algunos círculos no lo quieren?

  • Por envidia. A todos les digo, si tienen una denuncia por estafa, por violencia, por lo que sea, tráigala. Todo se lo dejo a mi Dios.

¿Por qué no monta un equipo en Cúcuta?

  • Por la envidia. Por eso no he podido. Este proyecto es con este fin. Es hora de que Cúcuta tenga otro equipo profesional.

 

RAFAEL ANTONIO PABÓN

rafaelpabon58@hotmail.com

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

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