CÚCUTA.- Luego del paso por la administración municipal como secretario de Vivienda, a Hugo Mauricio Espinosa le parece interesante aspirar a un cargo por elección popular. Pueden ser la Gobernación, la Alcaldía, la Asamblea o el Concejo. En cualquiera encajaría, por lo que estima que esa aspiración no la pondrá a consideración pronto, sino que dejará correr otros 8 años. Mientras pasa el tiempo, le gustaría sumar experiencia como funcionario municipal o departamental en áreas relacionadas con el desarrollo territorial.
- Me gustaría trabajar de la mano con un proyecto político que le apueste a la transformación de la ciudad, desde sus bases, alejado de compromisos con las maquinarias tradicionales. Marcado por un sentido de la ética y el respeto por los recursos públicos.
Y sueña a Cúcuta como una ciudad hermosa, con proyectos urbanísticos, El Malecón seguro, limpio e iluminado; el Mirador del Cerro Tasajero con alamedas y aceras, y plazas donde la gente pueda disfrutar con tranquilidad.
En cuestión de política está seguro de que tiene una parte bonita y otra fea. La bonita está conformada por el servicio, el desarrollo y la grandeza a la sociedad. Y la fea está relacionada con la corrupción, la envidia y la traición.
El mayor problema que afronta la ciudad y que no la deja progresar al ritmo de otras capitales de departamento tiene el punto de partida en la falta de educación en ética y la falta de cultura de pertenencia.
- Es triste ver cómo las instituciones educativas se volvieron fortín político, donde se intercambian favores por el apoyo de los estudiantes. En ese ambiente no se puede actuar con firmeza en la ética, pues los dirigentes no pueden dar ejemplo.
Hugo Mauricio Espinosa está radicado en Bogotá, hasta donde viajó tan pronto entregó las llaves de la oficina que ocupó en el gobierno de Jairo Yáñez. Dos motivos primordiales lo jalonaron a la capital de la república, sus dos hijos. Pero no se ha alejado de la ciudad y sigue mirándola. Desde la distancia la ve llena de oportunidades, alentadas por las ventajas que le da la cercanía con la frontera.
- Creo que Cúcuta lo tiene todo por hacer, mucho por desarrollar, pero se hace de manera lenta. La ciudad no tiene un buen “clima” para la inversión de capital nacional o extranjero. Mantener unas reglas de juego claras, una estabilidad jurídica y política permitirá aumentar la confianza y traer la inversión de recursos a la ciudad.
¿En qué quedaron los proyectos que inició en la secretaría de Vivienda?
- Considero que desde la Secretaría de Vivienda hice un aporte significativo al mejoramiento de la calidad de vida y desarrollo de la ciudad.
Cúcuta tiene un aparato productivo débil, situación que repercute en la generación de empleo de calidad. Y para Hugo Mauricio, lastimosamente, el proyecto Plan Parcial Las Lomas, estructurado por Amarilo, con importante inversión de recursos, no recibió el respaldo ambiental de Corponor. Lo que no da buena señal para las empresas que quieran adelantar proyectos en la capital nortesantandereana.
Está seguro de que volverá a trabajar como servidor público de nivel directivo, porque ahí se tiene la posibilidad de impactar positivamente a la sociedad y aportar al desarrollo local.
- Lo llena a uno de satisfacción y orgullo el trabajo bien hecho. El sentir el reconocimiento y el amor de la comunidad cuando se hace un buen trabajo es satisfactorio, lo llena a uno de alegría y de ganas de seguir trabajando.
Otro sueño es el desarrollo sostenible, que la construcción de los barrios se lleve a cabo de manera respetuosa con el medio ambiente, que se preserve y restaure la naturaleza, que los habitantes vivan en paz y piensen en la prosperidad. El cambio que Cúcuta necesita debe ser estructurante, desde la educación y la cultura, que vuelva a hacer parte del ADN de la sociedad. Los demás problemas se solucionarán por añadidura.
Acerca del movimiento en la frontera, cree que el paso vehicular y peatonal debe estar abierto, porque la integración de los pueblos debe primar sobre la división. A pesar de las diferencias debe sobreponerse la hermandad histórica entre los pueblos.
- Creo que el discurso xenofóbico le ha hecho mucho daño a la humanidad y los colombianos estamos cayendo en esa trampa de creernos superiores a los venezolanos. No se puede negar que de Venezuela ha llegado gente mala, delincuentes; pero, también, ha llegado gente buena, trabajadora y con ganas de salir adelante
¿Le suena un cargo por elección popular?
- En el futuro cercano no. Aunque no es una idea que descarte del todo. Un servidor público de nivel directivo está constantemente expuesto a investigaciones y un mal procedimiento por error u omisión lo puede llevar a un lío jurídico nada deseable.
RAFAEL ANTONIO PABÓN