CÚCUTA.- Katerin Avella es campesina catatumbera. Un día de unió a otras seis firmantes del Acuerdo de Paz y pensaron en la Asociación Puntadas de Paz. La Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN) acogió el proyecto y las acompañó para que la idea se convirtiera en realidad.
Hoy, mediante el taller de costura, dedicado a la confección de prendas de vestir, sacaron al mercado la colección Ixora. Tomaron el nombre prestado de la flor típica de Norte de Santander, especie natural que se encuentra en todos los terrenos y florece, a pesar de las inclemencias y de las adversidades climáticas. Tienen la sede en Caño Indio (Tibú).
Puntadas de Paz está enfocada en la elaboración de faldas envolventes, pueden utilizarse como fada, como vestido o como blusa. Están elaboradas en telas con estampados exclusivos que hacen alusión a la flor de chocolate, las ixoras, los cardenalitos, los canarios, el atardecer de El Catatumbo y la biodiversidad de la región.
El proyecto pretende ayudar a las mujeres para que sean autónomas económicamente, y también que ejerzan potestad sobre el cuerpo, la vida y la política. La Asociación, que tiene como lema Inclusivas y autónomas, hizo el relanzamiento de la marca, este jueves, para promover la iniciativa y alcanzar mayor apoyo de compradores y empresarios.
Katerin y sus compañeras de aventura textil buscan con la colección Ixora visibilizar la riqueza y la pluralidad del territorio. Se inspiran en elementos estéticos y simbólicos de la flora y la fauna de El Catatumbo y crean prendas que se adaptan a las siluetas y las figuras, brindándoles libertad.
“Nuestra apuesta es establecer una marca de ropa que represente la fuerza y la libertad de las mujeres, la voluntad de paz y al Catatumbo como territorio en resistencia”, se lee en la Misión de la Asociación.