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CÚCUTA.- Clara López vino a Cúcuta, caminó por las calles, protegida con una sombrilla amarilla y rodeada de simpatizantes de su candidatura a la Presidencia de la República. En el recorrido aprovechó para saludar a los transeúntes y entregarles el programa de gobierno.
Algunos, recibieron con alborozo el apretón de manos, a otros les dio lo mismo y continuaron el camino. Entre tanto, la aspirante a suceder a Juan Manuel Santos sonreía. La caminata la llevaría al encuentro con un centenar de seguidores del Polo donde expuso sus tesis.
“Las listas del Polo no son listas de políticos tradicionales, son listas de indignados”, dijo para ganarse el primer reconocimiento de los asistentes. Enumeró a los integrantes de los tarjetones y resaltó las bondades de alguno para llamar la atención de los electores.
Pronosticó que la lista de sus futuros congresistas obtendrá igual o más curules en el Senado que “la tan cacareada lista” del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Los entendidos en materia electoral dan entre 15 y 20 puestos a los seguidores del exmandatario.
Clara López, una de las tres mujeres que quieren llegar al Palacio de Nariño, dijo que entre los candidatos del Polo hay luchadores de esta tierra (Norte de Santander), académicos y mujeres. Además, los sectores que se han venido levantando para expresar su descontento, están los que se movilizaron para defender la papa, cacaoteros, mineros, discapacitados, una lista de gente dedicada a la lucha.
“Hacemos política de cara a los problemas, por medio de la movilización social. No hay otra manera que la lucha organizada en defensa de los derechos”, dijo, y aseguró que algo está cambiando en Colombia y a lo largo y ancho del mundo. “Lo que está cambiando es que la gente se está sacudiendo esa tradicional sumisión con el estado de cosas que nos son aceptables”.
La gente está sacudiéndose el miedo, la sumisión, y está en proceso de enfrentar la tarea del cambio, poniéndose de frente en la movilización. “Hay algo que se está fermentando. Ese común denominador es el descontento con el modelo económico que les han venido imponiendo a los colombianos”.
Explicó que ese modelo no reparte los rendimientos económicos sino que los concentra en pocas manos. “En Cúcuta y Norte de Santander hay riqueza, lo que pasa es que exprimen a la gente, las utilidades se concentran en manos de unos pocos y el resto de la gente que ‘el que venga atrás que arrié’ a la buena de Dios”.
Ese modelo es el de los salarios de hambre, de la informalidad, de las pensiones a cuenta gotas, de la salud como mercancía, de la falta de espacios para los jóvenes y de la profunda desigualdad con la que la gente tiene que enfrentarse a la vida.
Por esas críticas, dijo, los llaman “izquierdistas radicales, exagerados, extremo-izquierdistas y nos tratan de estigmatizar”. Y se mostró de acuerdo con que cierren las cárceles, porque están hacinando de manera inhumana a la gente que van acumulando y que ni se sabe si son o no delincuentes, porque definitivamente los delincuentes andan en las calles y en las oficinas públicas y no en la cárcel conde deberían estar”.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
