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Estamos todavía en el proceso de ajuste y armonización de los requisitos que se exigen. / Foto: Portafolio

CARTA DE FENALCO. Después de un año

Se celebra un año de la apertura de la frontera con Venezuela y es justo hacer un balance de lo bueno que le ha ocurrido al país y a la región, y lo que se espera para decir que, efectivamente, la frontera está ciento por ciento abierta.

Lo primero que tenemos que decir es que estamos todavía en el proceso de ajuste y armonización de los requisitos que se exigen. Fenalco lo ha venido diciendo, teníamos un socio que es necesario volver a conocer, dado que en los siete años que pasaron el tejido empresarial colombiano se ha fortalecido.

La meta que teníamos en este primer año, en comercio exterior, era de mil millones de pesos. Meta que solo está en el 20 % de la ejecución y no por falta de interés, sino porque existen, todavía, factores que hay necesidad de ajustar. Uno, y el que más incide, es el que no existe facilidad para registrar financieramente el movimiento de comercio exterior, en la medida en que se está tercerizando a otro país, dado que no existe reconocimiento bancario entre los dos países para apoyar el pago de divisas. Hecho que desestimula estas operaciones.

El segundo, pero no menos importante, es que no se ha recuperado la confianza entre colombianos de visitar Venezuela, y a los venezolanos les da miedo venir por las exigencias del SOAT, la revisión tecnomecánica, normas colombianas que se distancian de las normas en materia de tránsito en Venezuela.

El comercio al por menor, entonces, se ve afectado. Decimos siempre que somos la consecuencia de lo que pase en los demás actores de la economía. Los hoteles, en algunos momentos de esos 365 días, pueden decir que han mejorado la ocupación, especialmente cuando hay eventos importantes en la ciudad, como la Feria del Libro o ferias sectoriales que motivan la presencia de compradores y empresarios venezolanos.

Si bien la frontera se abrió por un compromiso del presidente Petro, corresponde ahora a los gobiernos del Táchira y Norte de Santander sentarse a elaborar una lista de chequeo de lo que tenemos y hacia dónde debemos y podemos llegar para saber que, como los buenos marineros, debemos ajustar las velas de la integración, garantizando la seguridad ciudadana en el Táchira y Norte de Santander, y dar respuesta a la manera como se puede dar cumplimiento al Código Nacional de Tránsito en lo que se refiere al SOAT para facilitar la movilidad en esta frontera.

Sobre Rafael Antonio Pabón

Nací en Arboledas (Norte de Santander - Colombia), educado y formado como periodista en la Universidad de la Sabana (Bogotá), gustoso de leer crónicas y amante de escribir este género periodístico, docente en la Universidad de Pamplona (Colombia) y seguidor incansable del Cúcuta Deportivo.

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