CÚCUTA.- La construcción de la carretera por el Alto del Escorial no es prioritaria para Norte de Santander. A cambio, el departamento debe establecer un plan de mantenimiento, rectificación y conservación de las vías nacionales, regionales y terciarias.
La afirmación la hizo el ingeniero Segundo Antonio González, exprecandidato ala Gobernación.Agregóque el plan debe estar bien estructurado, establecer prioridades y garantizar la ejecución de manera ordenada. Ese programa permitirá a la región salir adelante del problema de incomunicación con el interior del país y conla Costa Atlántica.
“Este es el camino más corto para resolver el problema actual de comercio con el interior, conla Costa Nortey la viabilidad del comercio con Venezuela”, señaló. Indicó que esto no quiere decir, que no se haga gestión por nuevos desarrollos de carreteras como la del Alto del Escorial. “Este es el plan que debe seguirse, continuamente, previendo el desarrollo económico del departamento”.
El ingeniero Segundo Antonio González hizo el siguiente análisis de las carreteras de Norte de Santander:
1. Cúcuta – Pamplona. El estado deplorable en más de 10 puntos se debe a las dos últimas oleadas invernales del 2010 y 2011 y, fundamentalmente, a que no ha tenido mantenimiento en los últimos 40 años. La pregunta sería ¿por qué no se gestiona la reparación total de esos 10 o 14 puntos para que sean reconstruidos, protegidos del río y dentro de normas que les preserven la rehabilitación definitiva? Este trabajo no puede superar los 8 meses. El 80 % de los puntos son los mismos de siempre ¿es este problema crónico, fuente de corrupción?
2.- Central del Norte. Sería importante gestionar el mantenimiento y la rectificación de algunos tramos. Es una alternativa para el trasporte con el interior y el comercio en las dos vías. Construida hace más de 60 años.
3.- Cúcuta- Tibú – El Tarra, Convención – La Mata. Construida hace muchos años, pero con mal manejo. El Gobierno ha hecho esfuerzos de inversión y la dirigencia no ha hecho bien la tarea de consolidar el plan total para dejar la carretera en condiciones permanentes de tránsito y garantía para el trasporte del carbón, renglón importante de la minería local. Esta vía es fundamental para el desarrollo agroindustrial y ganadero de El Catatumbo, que hay que conectar con el interior del departamento y con la Ruta del Sol. De lo contrario, será difícil el desarrollo económico y social de El Catatumbo. Sin esto no se podrán controlar y terminar los problemas.
4.- Cúcuta – Ocaña. Es difícil en muchos tramos, por las montañas, las cañadas, los ríos y el trazado. Desde la construcción nunca ha sido rectificada. Esta carretera es susceptible de mejorarle el trazado con viaductos, la mayoría cortos no mayores a120 metros para obviar curvas y deslizamientos de tierra, construirle una berma a lado y lado y un tercer carril en varios tramos. Esta vía requiere con urgencia mejorarle la velocidad para reducir los costos del trasporte pesado y viabilizar la comunicación conla Costa, desde el sur y el centro del departamento.
También, se planteó una serie de preguntas acerca de las carreteras:
1.- ¿Por qué Norte de Santander no tiene un plan de trabajo para resolver los problemas viales?
2.- ¿Por qué siempre son los mismos problemas en las carreteras, en los mismos puntos?
3.- ¿Por qué se habla de otros asuntos en sitios diferentes y se proponen proyectos nuevos sin superar los actuales, que resolverán en el corto plazo la encrucijada comercial que tenemos?
“Creo que lo que necesitamos es una comunidad y unos gremios activos, que les pidan cuentas a los dirigentes y que les exijan ser responsables con su tierra, eficientes en el trabajo y eficaces en las acciones y la gestión”, señaló.
Segundo Antonio González cuestionó el aislamiento en el que se mantiene a Norte de Santander y dijo que esa condición “puede ser cómplice de las malas administraciones” y puede mantener en el poder “a los manipuladores de la sociedad”.
Enfatizó que Norte de Santander requiere un sacudón de la comunidad y la sociedad. “No puede ser que por cuenta de los argumentos de siempre y los problemas que nunca son resueltos, sigamos apostándole en las urnas a ver si al fin coronamos la solución. Esto es lo que también podríamos llamar, ser idiotas útiles”.