Rodeados por edificios y estatuas emblemáticos el magisterio oficial bajo el liderazgo de ASINORT, se reunió en la jornada de hoy en el parque Santander para socializar la situación histórica por la cual pasa todo el magisterio colombiano ante las grandes dificultades desoídas por el ministerio de educación nacional y el actual gobierno liderado por Juan Manuel Santos.
Son muchas las dificultades enquistadas en las últimas décadas relacionadas con el desvertebramiento del estatuto docente cuando Cecilia María Vélez White creó un nuevo estatuto (1278) y le dio toda la importancia a la privatización promoviendo los megacolegios.
Nunca como hoy 2011, el pueblo colombiano puede entender sin hacer profundas cavilaciones de que el modelo administrativo y económico se hizo aguas, afortunadamente ya está pasando que un escándalo nuevo tape otro escándalo, entonces son necesarias las conclusiones personales hasta comprender el sentido de un estado soberano capaz de abarcar a todos sus ciudadanos, sin tener que recurrir al paternalismo como efectivamente también se da como simple paño de agua tibia sin lograr la curación completa.
Los países más desarrollados lo son porque consideran a la educación como un derecho de los ciudadanos y un deber del estado, su inversión no es considerada una carga y lo más importante la política educativa está apoyada por todos los sectores del gobierno y la práctica educativa se da eficientemente porque existen los recursos que facilitan el desarrollo integral de la población escolar en cualquier nivel donde se encuentren y los profesores son bien capacitados, apoyados integralmente y bien remunerados. Cuánta falta hace la comparación educativa en cuanto a política del estado colombiano con otros sectores o ministerios, a cuánto ascienden los presupuestos? A qué se le debe apuntar para la transformación de este país? Qué tal si en vez de hacer megacolegios se reconstruyen y adecúan las plantas actuales? La política aplicada a la educación colombiana está basada en “divide y reinarás”, creando otro estatuto docente y ahora creando megacolegios, los cuales serán convertidos en empresas medidas por su rendimiento bajo los imperativos del “todo vale”.
Los árboles del parque hicieron sombra y eco de los discursos reflexivos sobre el camino a recorrer hasta ver una educación como un servicio del estado para demostrar soberanía en la nueva Colombia grande que se proyecta desde los planes escolares.