Después de varios años de estar erradicada de Colombia la fiebre aftosa en el ganado bovino, por una vacunación seria y bien llevada, dirigida por Fedegan, la asociación mayoritaria de los ganaderos, que el Gobierno en su afán de acabar con lo bueno que funciona en el país ha hecho ingentes esfuerzos por liquidarla, y ahí están los resultados a la vista.
El anterior hecho, representa una pequeña catástrofe para el país, para la ganadería de carne y de leche y lógicamente para las finanzas nacionales, porque son varios los países que han dejado y dejarán de comprar los productos nuestros.
La responsabilidad de este desastre, recae principalmente en el ministro light de agricultura y ganadería, que tiene la nación. La garantía de la vacunación, contra la enfermedad, es el seguro, que la preserva de la epizootia, que en esta ocasión ha fallado gravemente, con perjuicio para el país.
El ministro se promocionó para el cargo, con el argumento que sabía castrar terneros, oficio que en todo el país cumplen los mayordomos de las fincas, motivo por el cual, algún comentarista, lo calificó de ministro capador, pero no habló en ningún momento de las responsabilidades y las obligaciones de todo orden, que el cargo conlleva para proteger, aumentar y consolidar el hato ganadero.
Son grandes y graves las consecuencias de este desastre, porque son varios los países que han manifestado que no tienen interés en importar productos lácteos y cárnicos colombianos, cuando con dificultades, se venían abriendo caminos las exportaciones de estos productos a varios países, entre ellos, Rusia, Jordania, Chile y otros más.
Por más que se quiera eludir la responsabilidad de este desastre, no es posible ignorarla, por más recomendaciones familiares y sociales, que distinguen al ministro capador, quien ante este desastre, debe dar un paso al costado y renunciar al alto cargo que ostenta, pues él tiene mucha responsabilidad, por estar tratando de eliminar a Fedegan, quien durante muchos años, dirigió con éxito, las campañas de vacunación contra la fiebre aftosa, sin que se presentara ningún caso de la enfermedad, por varios años.
También, debe renunciar el jefe de vacunación contra la enfermedad, porque si se presentó, fue por falta de cubrimiento de todo el país, con la vacunación total, y no porque han entrado de contrabando algunas reses de la hermana república de Venezuela, que desde luego, es un riesgo grande, que desde hace varios años se viene presentando en ganado en pie y carne de contrabando, pero esos animales, generalmente se quedan en la frontera, y difícilmente, alcanzan el corazón de Cundinamarca, donde se presentó, el segundo brote.
Señor presidente ‘Juampa’ y señor ministro de agricultura, paren la lucha para tratar de acabar con Fedegan, la agremiación de los ganaderos colombianos, que durante varios años dirigieron con reconocido éxito, la lucha contra esta epizootia, antes erradicada, pero hoy vuelta a aparecer, por fallas en el sistema de cubrimiento, con la eficaz profilaxis de la vacunación
No olviden, señor ministro y autoridades, que más sabe el diablo por viejo, que por diablo, con lo cual, queremos decirles, que la experiencia y la eficacia, en esta lucha la tiene Fedegan, que es la entidad, que debe continuar con el plan de vacunación, contra la fiebre aftosa.
PABLO EMILIO RAMÍREZ