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CÚCUTA.- La calle, las ventas ambulantes, la pobreza, la zapatería y las zonas marginadas marcaron momentos especiales en la vida del presidente de Concejo de Cúcuta, Jorge Quintero. De ese pasado no tiene reproches, porque en ese ambiente encontró a Jesucristo.
Hoy, tiene 44 años, es el segundo de cuatro hermanos, nació en Bucaramanga, estudia tercer semestre de derecho, está casado y es padre de una futura profesional. En los barrios subnormales creen que es pastor, porque de casa en casa predica la palabra de Dios.
El representante a la cámara Carlos Hernández lo descubrió un día y le habló del Salvador. Puso atención a las palabras, se convirtió y ahora goza de cabal salud espiritual. El congresista, años después, lo metió en la política, lo impulsó para la corporación pública municipal y lo llevó a la máxima posición del Concejo.
– Soy un hombre trabajador, honesto. Vengo de muy abajo. He pasado por muchas dificultades en la vida, pero he salido adelante con esfuerzo, con tesón y con apoyo de la gente que miró mis propuestas en la campaña.
Es hijo de una lavandera de ropa ajena y de un zapatero que vivían en una invasión en la capital de Santander. Esta procedencia lo ha moldeado en la sensibilidad por los asuntos sociales. Los desvalidos han sentido su mano amiga mediante las fundaciones creadas para atenderlos y solucionarles en parte las angustias que sufren.
Buena parte de la vida la ha dedicado al comercio. El inicio en el oficio ocurrió mientras corría la infancia. Vendía sahumerios en Semana Santa.
El bachillerato lo alcanzó por el sistema de validación. Los sábados los dedicaba al estudio para obtener el título que alcanzó en el 2004. Este año continuará la preparación en Derecho, en la Udes. En el afán por capacitarse ha adelantado diplomados en creación de pequeñas y medianas empresas en el Sena.
Ha viajado a Brasil para adquirir conocimientos en torno al fomento y la gestión de las microempresas. En el camino no han quedado los vendedores ambulantes. Por el contrario, ha analizado cómo ayudarlos a formar empresas familiares para evitar que salgan a las calles.
– Mi anhelo es ser abogado para aprender más acerca de las normas y las leyes para ayudar a las comunidades y a la ciudad.
Después de tomar decisiones fundamentales y radicales, como conocer al Señor y dejar la vida mundana que llevaba, empezó a cambiar de proceder. Ese viraje lo llevó sensibilizarse con los pobres, porque de ahí un día Dios lo rescató.
Los habitantes de los sectores vulnerables de Cúcuta comenzaron a conocerlo y a escucharlo. El mensaje que trasmitía hizo que los que lo oían lo impulsaran para asumir el reto político y aspirar a una de las 19 curules del Concejo de Cúcuta. En su condición de miembro de la corporación se considera vocero de la población desprotegida y desamparada.
Es consciente de la responsabilidad asumida al meterse en este mundo, al que llegó en representación del Partido de la U. Conoce de la fama negativa que pesa sobre los hombros de los dirigentes políticos y reconoció que, en épocas pasadas, formó parte de los críticos hacia esta clase.
– Ahora que hacemos parte de la política nos damos cuenta de que es otra opción que podemos mirar con madurez y uno se da cuenta de que sirve para ayudar a las personas. Que muchos políticos sean malos, no significa que todos seamos malos.
La idea con la que comenzó a trabajar es hacer una política sana y honesta. La meta que buscará en esta nueva etapa de la vida es pasar a la historia cucuteña como buen político. El anhelo es cumplir con los propósitos y empujar al municipio hacia el progreso.
Un proyecto especial que impulsará desde la presidencia es la generación de empleo por medio de la microempresa. Sobre este asunto conversó con el Alcalde para enviar a los fabricantes de calzado, confecciones y arcilla a exponer en ferias nacionales e internacionales. Al regreso, serán generadores de puestos de trabajo.
A diario ora a Dios para que le dé sabiduría y para que las fuerzas vivas de la ciudad ayuden a Cúcuta. No saca un tiempo especial, ni dedica horas a conversar con el Señor. Lo que sí hace es que cada mañana al despertar y cada noche al acostarse eleva una oración por los cucuteños, por el alcalde Donamaris Ramírez, por el gobernador Edgar Díaz y por el presidente Juan Manuel Santos.
Jorge Quintero, presidente del Concejo en la primera etapa del periodo 2012-2015, tiene como compañeros a seis experimentados concejales de los que buscará aprender en los cuatro años que compartirán proposiciones, debates, análisis, aprobaciones y rechazos.
– Todos tenemos la misma credencial, con la misma validez. Los seis antiguos están dispuestos a aportar su experiencia y apoyarnos a los nuevos. Eso no significa que les dé más garantías que a nosotros. Los 19 concejales tenemos las mismas garantías, porque la credencial nos la dieron a todos por igual.
RAFAEL ANTONIO PABÓN
