Centenares de cucuteños corrieron para solidarizarse con los niños y adolescentes que son empleados o explotados mientras cumplen un trabajo, un oficio o un arte. El objetivo de la actividad era decirles a Colombia y a Norte de Santander que la restitución de los derechos fundamentales es importante y prioritaria.
Las cuatro peores formas de trabajo infantil son:
a) Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.
b) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o las actuaciones pornográficas.
c) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los tratados internacionales pertinentes.
d) El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.
Las cifras que se manejan en cuanto a trabajo infantil no son positivas. En el país, el total de población de 5 a 17 años, es 11’917.167. De ese número, 6’092.919 (51,1%) son hombres. Y de esa cantidad trabajan 709.321 (11,6%).
Para el caso de las mujeres la variación no es grande. El total nacional de niñas de 5 a 17 años es 5’824.248 (48,9%), y trabajan 349.489 (6%).
Los NNA que trabajan se dividen en económicamente activos y dedicados a
oficios del hogar más de 15 horas semanales. Los primeros son
En Colombia, 1’058.810 (8,9%) del total nacional de niños y adolescentes están económicamente activos, lo que representa el 48% de los que trabajan. A oficios del hogar se dedican 961.507 (8%) del total nacional y el 43,6% de los que se ocupan a estas labores.
De los niños y adolescentes que trabajan más de 15 horas semanales en oficios del hogar, 707.631 (74%) son mujeres y 253.876 (26%) hombres.
Otras cifras para tener en cuenta son
– Del total nacional (11’917.167), el 70,5% (8’407.658) vive en áreas urbanas. En 2001 trabajaba el 9% (756.689); en 2003 lo hacía el 8% (672.612), y en 2005 bajó al 6,3% (532.935).
– Del total nacional (11’917.167), el 29,5% (3’509.509) vive en áreas rurales.
– Los niños y adolescentes económicamente activos han disminuido. En 2001 eran 1’525.398, o el 12,8% del total nacional; en 2003 fueron 1’239.886 (285.512 menos) o el 10,4% del total nacional (2,4% menos), y en 2005 fueron 1’060.628 (464.770 menos que en 2001 y 179.258 menos que en 2003), es decir el 8,9% del total nacional de NNA (1,5% menos que en 2003 y 3,9% menos que en 2001).
– El rango de edad de niños y adolescentes que más trabajan es el de 15 a 17 años, y el de menor incidencia es el de 5 a 9 años con el 1,4%.
CAUSAS ECONÓMICAS
– Ingresos insuficientes e inestables de familias o del hogar para cubrir gastos básicos.
– Desempleo de adultos. Poca capacitación técnica de adultos del hogar.
– Oferta de empleo en el sector informal con remuneración baja para los adultos.
– Hay adultos que emplean niños y adolescentes y les pagan menos de lo que pagarían a un adulto. Los niños y adolescentes obtienen ingresos significativos por trabajos ilícitos.
– Sólidas cadenas ilegales de adultos que con su dinero atraen a la infancia y la adolescencia.
CAUSAS SOCIALES
– Inasistencia y deserción escolar. Débiles vínculos afectivos entre niños y la escuela. Falta de garantía de que la educación básica y media den acceso a la educación superior y al empleo.
– Bajo nivel educativo de los padres.
– Insuficiencia e inadecuación de los sistemas cultural, deportivo y recreativo.
– Alta incidencia de embarazo en adolescente. Desestructuración familiar que la inhabilita como factor protector.
CAUSAS CULTURALES
– Antiguas creencias o ideas sobre la realidad
– Hábitos o prácticas reiteradas, con gran significado social, que reproducen o favorecen el trabajo infantil.
CAUSAS INSTITUCIONALES
– Normativas: ausencia, inadecuación e inaplicación de normas protectoras de los niños y adolescentes, y punitivas de los explotadores.
– De política pública: falta claridad y contundencia a las intenciones gubernamentales nacionales, departamentales y municipales, de resolver el problema y asignar recursos consistentes con su magnitud reconocida.
– De gestión estatal: dificultad institucional para usar adecuadamente los recursos, lograr resultados y generar impacto con ellos.
CAUSA INFORMATIVA
– Desconocimiento de la situación integral del problema. Este desconocimiento se origina, en buena medida, en la insuficiencia de estudios o investigaciones locales en trabajo infantil y peores formas de trabajo infantil, y en la falta de divulgación y análisis de la información que sí existente al respecto.