CÚCUTA.- El padre Rafael Humberto Cárdenas Leal, párroco de San Martín de Sardinata, fue nombrado nuevo sacerdote con licencia para practicar exorcismos en la Iglesia Particular de Cúcuta. Monseñor Pedro Alejandrino Botello, fallecido el 16 de junio, era el único habilitado para hacerlo.
Al administrador apostólico de la Diócesis, monseñor José Libardo Garcés, hizo el nombramiento, teniendo en cuenta la rectitud de vida y madurez en el ministerio sacerdotal del padre Cárdenas Leal.
La Iglesia Católica, con el deseo de atender al pueblo de Dios y proveer su bienestar espiritual, ofrece permanentemente orientación espiritual y humana, por lo que, si algún feligrés presenta alguna situación anormal en su comportamiento, estado físico o espiritual, debe acudir en primera medida al párroco de su comunidad, quien es el que determinará si amerita un encuentro con el delegado para exorcismos.
El padre Rafael Cárdenas, de 64 años de vida y 35 años de sacerdocio, nació en el corregimiento El Carmen de Nazareth (Salazar de las Palmas). Desde pequeño lo ha marcado el amor de la gente hacia el sacerdocio y a la Iglesia.
Acerca del nombramiento dijo que “lo tomo con obediencia, porque es la Iglesia y mi Obispo quien me pide esto. Sé que soy supremamente limitado, pero cuento con Dios y la protección de la Iglesia, entonces lo haré”.
El presbítero nunca contempló la posibilidad de servir desde este cargo. Reconoció la admiración por monseñor Pedro Botello, porque “nos enseñó a escuchar y a ayudar a la gente en tantas situaciones críticas, en sus sufrimientos. Pero como tal, no me esperaba prestar este servicio”.
Cárdenas Leal se prepara con oración, le pide al Señor que le conceda la gracia de ayudar a las personas, aunque finalmente Él es quien lo hace, “yo soy solo su instrumento”. Las oraciones son las Laudes, el Oficio de Lectura, la oración de Vísperas, las Completas, la adoración al Santísimo y la celebración de la Santa Misa.
“Se nos ha enseñado en 99 %, que la actuación del demonio es la tentación y el ejemplo más claro es Adán y Eva en El Paraíso. Uno no puede ver en todos lados al demonio, porque la tentación sí está ahí, pero recordemos que como bautizados, somos de Cristo y formamos un solo cuerpo con Él y nuestra alianza es con Él”.
Señaló que en el momento de sentir un hecho fuera de lo normal se debe acudir al párroco para que escuche, discierna y diagnostique la situación. Cuando el caso es grave se remite al exorcismo, como último recurso. “Para decir que alguien está poseído por el demonio se requiere de mucha prudencia”.