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Quiero invitarlos a que nos vayamos de paseo a Ragonvalia, municipio nortesantandereano que alberga hermosos lugares naturales, paisajes agradables con ambientes encantadores y gente caracterizada por ser trabajadora. Ragonvalia congrega esperanza, paz y progreso.
Este municipio, inicialmente, fue llamado Planadas; después, Concordia, y desde el 14 de abril de 1930, Ragonvalia, en honor al general Ramón González Valencia, quien como presidente de Colombia creó el departamento Norte de Santander.
La cabecera municipal es reconocida por los atractivos turísticos representados en el templo parroquial, en donde está el santuario del Santo Niño de Atocha, cuya imagen llegó el primero de enero de 1890, traída por el sacerdote Manuel María Lizardo desde el santuario de Plateros, en Fresnillo (México), y a quien se tiene como patrono de los nacidos en esta hermosa tierra.
El santuario es visitado por feligreses que llegan del interior del país y de Venezuela. Innumerables milagros mantienen vivo el prestigio sobrenatural del santuario.
El parque principal, recientemente recuperado, es punto de encuentro para los ragonvalenses, gentilicio de los nacidos en esta fronteriza tierra, y visitantes. Tiene el nombre de ‘Simón Bolívar’ y ahí están los bustos del general Ramón González Valencia y del libertador Simón Bolívar. Allí se desarrollan tertulias pueblerinas y el ambiente se torna festivo cuando la banda local toca las retretas sabatinas o dominicales.
No deje de visitar en este municipio, el mítico Pozo del Diablo, en la vereda Cañuelal, sector Bellavista, o comprar bellas rosas en el cultivo de flores El Naranjo, vereda La Alhambra, por la vía a Villa del Rosario.
Por el delicioso clima, este pueblo se ha convertido en punto de recreo para muchos visitantes. El Centro Recreacional ‘Jego’ ofrece servicios de piscina para adultos y niños, restaurante, juego de bolo, tejo y pista de baile.
En el área rural está el Cerro de Las Calaveras, territorio en el que los aborígenes chitareros se replegaron para huir del conquistador español Alonso de Ojeda y en el que se hallaron cráneos y artefactos indígenas. El Cerro de La vieja es un lugar de inigualable belleza natural, se convierte en límite con Chinácota y Villa del Rosario, además es nacimiento de fuentes y cuencas hídricas.
A 2,5 kilómetros de la cabecera municipal está Puente Alianza, el puente fronterizo con Venezuela, metálico, de una vía y en el que no se permite el tránsito de carros de alto tonelaje.
Es grato invitar a los nortesantandereanos para que visiten y disfruten de Ragonvalia, durante muchos años llamado ‘La monedita de oro del departamento’, porque el que llega a estaa tierras, en corto tiempo levanta fortuna.
MABEL ROCÍO LOZANO
Foto: Especial para www.contraluzcucuta.co
