CÚCUTA.- En casi tres años de servicio, la Casa de Paso Divina Providencia entregó 3’530.520 raciones de alimentos. El 13 de marzo, cerró las puertas para cumplir con las normas del Gobierno, para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus.
La generosidad de personas de buena voluntad y organizaciones permitió que en el primer año de funcionamiento se entregaran 421.400 almuerzos a 1500 migrantes. En el segundo año, se llegó a 1,5 millones de almuerzos, desayunos y repeles. Para entonces llegaban 5000 hombres y mujeres, cada día, y se les daba prioridad a niños, embarazadas y adultos mayores.
La Diócesis de Cúcuta celebró, el 5 de junio, los tres años de la Casa de Paso. El lugar inició con una olla de caridad y, por iniciativa de monseñor Víctor Manuel Ochoa, se convirtió en la vivencia profunda del Evangelio y los valores que inspira la Palabra. En el sitio se demostró que “la caridad de Cristo nos urge” (2 Cor 5, 14).
El tercer aniversario de la ‘Divina Providencia’ se celebró brindándoles almuerzo a los necesitados. La entrega se llevó a cabo en los siguientes lugares:
1.- Vía Pamplona: 60 almuerzos
2.- Anillo vial, vía La Parada: 60
3.- Semáforos del centro de Cúcuta: 60
4.- Parque Lineal: 60
5.- Glorieta de la Cárcel Modelo: 60.
La obra se edificó con el anhelo de ayudar a los hermanos migrantes venezolanos y colombianos retornados, afectados por la crisis social, económica y política que afronta Venezuela.
En la Casa, durante casi tres años, miles de necesitados recibieron permanente acompañamiento espiritual, alimentación balanceada, atención médica, entrega de medicina, atención sicosocial y jurídica gratuita con apoyo de profesionales voluntarios.
Para cumplir con estos servicios, la Iglesia Católica de Cúcuta estuvo apoyada por el papa Francisco, cucuteños, empresas, Programa Mundial de Alimentos (PMA), Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Cáritas Internationalis, Adveniat, Cáritas Colombia, Cáritas Española, Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, Conferencia Episcopal Española y cadena radial española COPE.
El padre José David Caña Pérez, coordinador de la ‘Divina Providencia’, dijo que desde el cierre “en la medida de lo posible se ayuda en las parroquias, con caridad, con mercados que llegan por medio del Banco Diocesano de Alimentos”.
En Cúcuta, la Iglesia ha sembrado caridad, esperanza y fraternidad. El padre Caña explicó que estas virtudes y valores continúan evidenciándose con acompañamiento espiritual y material en las comunidades parroquiales. En medio de la dificultad “en que estamos todos”, no se ha desamparado al necesitado.
Como signo de esperanza, para recordar el 5 de junio de 2017 se prepararon 300 almuerzos, y con apoyo de voluntarios los llevaron a distintos sectores, donde hay mayor cantidad de habitantes en condición de calle o con limitados recursos para cocinar.