1.- Si el desenvolvimiento y el desarrollo fronterizo dependen de la participación, acción y entendimientos que promuevan y consoliden los habitantes de estas fajas territoriales y teniendo por sustento y pilar legal insustituible incentivos, estímulos, reglamentaciones y opciones que de manera conjunta definan y apliquen quienes representan la institucionalidad y el manejo operativo o funcional de cada Estado o nación, porque las zonas fronterizas no son áreas separadas, sino zonas de características especiales – que buscan o persiguen un beneficio para sus pobladores y para quienes los visitan, aprovechando ventajas comparativas – bien vale averiguar lo que en estos momentos de tensión y preocupación generalizada han hecho aflorar e internacionalizar los lamentables sucesos que se originaron, al pretender hallar soluciones unilateralmente, cerrando indefinidamente la frontera y complicando el corredor que sintetiza y representa la faja territorial binacional colombo-venezolana, que tiene a Cúcuta, San Antonio y Ureña como los núcleos de mayor referencia y que ansían un verdadero y auténtico tratamiento asistencial para dar vivencia a fuentes de trabajo y regulaciones y estímulos, que permitan canalizar inversiones e iniciativas progresistas que, a su vez, proyecten a estas áreas de coparticipación bilateral y de gran trascendencia, si se obtiene el concurso de ejemplarizantes políticas que vayan al meollo de lo que se requiere y es exigente.
2.- Pero cuando no hay empeños claros y ciertos esas correspondencias y aportes institucionales que no llegan frenan y limitan las posibilidades de mejoramiento. Y lo que sucede paraliza empeños y la acción colectiva o generalizada se trasforma en gestiones individuales, facilistas o de rebusque, tal como acontece con ofertas y compras que para la plena ejecución dan paso al obrar indebido o no ajustado a derecho.
Por eso, la importancia de verdaderas políticas de Estado y de regulaciones y procedimientos compartidos que generen coparticipaciones regionales y una mayor ayuda y representatividad para la gente de estas áreas, es una tarea de primer orden y de importante trascendencia por la ubicación geoestratégica y las opciones en lo político, social y económico de esta Zona Fronteriza Binacional, por la amplia perspectiva internacional que no ha sido cabalmente aprovechada. ¿Por qué no hay acuerdos entre gobernaciones, alcaldías, universidades y sectores que integran la representatividad fronteriza, pública y privada?
3.- Las trasformaciones, coordinaciones y entendimientos deben ser no solo en lo oficial e institucional, sino en lo privado y empresarial, y laboral – en todos los niveles – lo sintetiza y demuestra la parálisis en los intercambios de estos últimos días y la urgencia y conveniencia de acercamientos y acuerdos revitalizadores, que apaguen las llamaradas, las acusaciones y las recusaciones que se han suscitado y se reactive la vivencia de la mancomunidad fronteriza, que floreciendo y progresando puede transformarse en un activo hervidero de posibilidades industriales y de modernidad por las innovaciones y actualizaciones que en diversos campos y actividades para mutuo favorecimiento y beneficio integrador se programarían y pueden llevarse a cabo.
De ahí que ambas naciones ojalá congreguen, y pronto, en el Complejo Histórico de Villa del Rosario, a presidentes, ministros y voceros regionales fronterizos para que el espíritu y el recuerdo de los libertadores iluminen los senderos que deben recorrerse, obteniendo los apoyos para este reto hacia el futuro. Y, es imperativo aludir a estas prioridades, porque hay situaciones y repercusiones que merecen atenciones inmediatas y una valoración especial, por las implicaciones no solo locales, regionales, provinciales y nacionales, sino por los efectos bilaterales y multinacionales, que producen trámites, procedimientos, regulaciones y hechos. Además, ante la urgente y necesaria generación de empleos para dar pasos hacia el desarrollo y el progreso.
JOSÉ NEIRA REY