CÚCUTA.- Los anuncios del gobierno, para la región que fueron dados por el ministro Cárdenas, responsable de la cartera de Hacienda, son sin lugar a dudas necesarios para esta frontera que se constituye como la más importante y más grande de Colombia. “La única integrada por una comunidad urbana y terrestre compleja, multicultural, pluriétnica, que además tiene consigo un proceso histórico mucho más rico y con más sentido social que ninguna otra ciudad de la región. Si revisamos en puntos cardinales cuáles son nuestras fronteras llegamos a la conclusión que ninguna de ellas ostenta la extensión, el desarrollo, ni el número de habitantes con que cuenta esta frontera”. Sin embargo, a pesar de estos argumentos, ha vivido alejada de las decisiones y la presencia del Estado, lo que ha imposibilitado un verdadero desarrollo en todos los ámbitos.
Es por esto, que cuando el Ministro anuncia $ 4,42 billones para la culminación de la vía a Pamplona se recuerda que en los mejores momentos de las relaciones comerciales con la República Bolivariana de Venezuela, por esa carretera fue por donde se movieron las mercancías producidas por las empresas más grandes del país, sin que el Estado proyectara mejores vías que dieran garantías, mayores y mejores posibilidades de conexión entre las ciudades del interior del país con las ciudades y puertos venezolanos, a los empresarios nacionales, regionales y locales. Hoy cuando la frontera está tomando otra dinámica, se requiere de una mayor presencia del Estado, puesto que la complejidad del momento histórico que vive la República Bolivariana de Venezuela, hace que estemos muy atentos a los cambios y decisiones que tomen los dos gobiernos, con el fin de definir cual es la verdadera frontera que queremos y que necesitamos.
Confiados estamos, en que el gobierno colombiano haya entendido el mensaje de los gremios y de los empresarios de Norte de Santander, quienes han solicitado que en Cúcuta se disponga de todo lo conducente para que tengamos no solo las herramientas técnicas sino los mejores hombres custodiándola, para cerrar el paso a las amenazas que actualmente se ciernen sobre la ciudad; hoy, quienes la habitamos, tenemos la obligación moral de verla con ojos más responsables y proactivos, porque lo que ayer fue, hoy no existe y se requiere que demos un viraje hacia la concepción del verdadero papel que esta ciudad tiene como el polo fronterizo más grande de Colombia. Reconocernos como centro de una región rica en historia, cultura, tradiciones, cuyo corazón ha sido tan grande que con los brazos abiertos ha recibido en estas tierras, gentes migrantes de muchos países del mundo, convirtiéndose desde el siglo XIX en una ciudad cosmopolita, próspera, dinámica y con nombre internacional.
También, desde entonces ha sido atractiva para el turismo, ya que cuenta con un amplio y diverso comercio local, que aunque por muchos ha sido subestimado, es sin lugar a dudas una impronta que se tiene y que ha permitido un posicionamiento por medio de los momentos del devenir de esta ciudad. Como región debemos apostarles hoy a los retos de esta frontera, que siguen siendo complejos y de toda índole, nuestras posibilidades de desarrollo están dadas por el empeño de nuestros empresarios en buscar nuevos mercados, especialmente en los sectores de agroindustria, calzado, confecciones y cerámica; aunque se hace necesario se identifiquen las especializaciones que nuestro talento humano regional debe poseer de cara a los nuevos retos por venir.
Si pudiéramos, como sociedad, procurar que esta condición de frontera urbana más importante de Colombia, se asumiera por el gobierno departamental y local como un valor agregado a la impronta de ciudad comercial, se tendrían los argumentos y las certezas necesarias para encaminar nuestros esfuerzos a convencer al gobierno nacional y sus agentes de desarrollar una infraestructura que le diera mayor valor a nuestra posición geográfica, no solo construyendo buenas, amplias y seguras vías de comunicación, sino también los mejores servicios públicos y la ampliación de cobertura de interconexión digital.
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