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Presentación del libro de Flor Delia Pulido Castellanos en la Feria del Libro de Cúcuta, por Álvaro Rondón Espinosa
CÚCUTA.- La carretera que rompe parte de la cordillera, al salir del valle Guasimales pasa por La Donjuana y arriba del Diamante el viajero comienza a dejarse acariciar por la neblina fresca que señala kilómetros arriba el paso por Pamplonita y ofrece perfumes florales antes de entrar a Pamplona donde los pasajeros bajan del autobús en la terminal de trasportes, mientras la ciudad silenciosa deja escuchar gotas de agua en época de invierno y los visitantes voltean la mirada para escuchar el ruido de automotores que por la otra vía viajan en busca de la carretera central del norte; abajo, el pavimento húmedo invita a caminar rápido y pasar el puentecillo con acelerado paso del peatón que observa ruanas multicolores en la vía que une la salida local con la calle Real donde pequeños comerciantes dejan entrar los escasos rayos de sol a sus negocios y dos cuadras arriba permanece el histórico templo Las Nieves con sus imágenes entre columnas que recuerdan el presuroso paso del tiempo, a la derecha los ojos del viajero alcanzan a divisar la legendaria ermita El Humilladero pasos arriba del museo fotográfico que dejó organizado el artista “Toto” Villamizar y hacia la izquierda la calle de apellidos ilustres, Téllez, Santaella, Mogollón, la casa de música y el puente que invita a visitar el Instituto Piloto abajo del seminario Tomás de Aquino (menor y mayor) que recibe el suave murmullo de altos árboles con vaivén del viento, como en oración y mueven alegres su follaje. El caminante sube hasta el edificio del palacio municipal que otrora fue de madera para mirar desde sus balcones el parque principal que recibió el nombre de la heroína Águeda Gallardo. Caminar hacia la catedral es devolverse en la distancia, llegan sonidos de tropas conquistadoras y al abrir las anchurosas puertas puede sentirse la nostalgia de la histórica época colonial que quedó entre las callejas con sonido de cascos de caballos y herraduras que hicieron murmullo, antes de alcanzar ramilletes de flores a las hermosas pamplonesas y la neblina comenzó a bajar de los cerros aledaños, ya taponó El Arenal y de la casa Nazaret solo alcanza a divisarse el camino. La esquina de mercado fue colegio y en la plazuela Almeyda quedaron recuerdos del viejo caserón que formó seminaristas, antes de seguir hacia el batallón y la Normal que el viajero puede contemplar en su caminar hacia Los tanques y, del río Pamplonita, su nacimiento. Ahora, del parque puede seguirse calle arriba y conocer el camarín del Carmen para continuar a la Universidad que tiene nueva estructura y cientos de estudiantes llegan de cercanas regiones y de lejos para aprender a vivir entre la neblina que ya bajó del cerro y no deja mirar desde un andén al otro espacio de cemento; en esta colonial ciudad con nombre navarro nació Flor Delia Pulido Castellanos, normalista del Instituto Superior de Educación Rural (Iser) licenciada en idiomas (Español-francés) de la Universidad de Pamplona con especialización en pedagogía literaria, magister de la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá) doctora en historia-causa educación del Instituto universitario de La Florida (USA) diplomada en escritura creativa por la Universidad de Pamplona (Col.) y de Trasformación del lenguaje poético por la Universidad Los Andes (Bogotá) ha ejercido docencia en primaria, secundaria en el Inem (Cúcuta) y varios colegios de Pamplona, enseñanza superior en el seminario mayor Tomás de Aquino y Universidad de Pamplona, Pedagógica (Bogotá) Libre (Cúcuta) Santo Tomás (Bogotá) y ULA en San Cristóbal (Táchira-Ven.) directora de la escuela de posgrados, coordinadora de Metodología en la enseñanza del idioma español y pedagogía de la lengua, decana de la facultad de Ciencias económicas y la de Artes y humanidades; miembro del Consejo superior universitario (Unipamplona), organizadora de congresos internacionales de español y literatura; escribe y publica artículos en periódicos y revistas, autora de libros, tiene varios textos inéditos; también, es prologuista y crítica literaria. Flor Delia Pulido ha recibido distinciones y reconocimientos de autoridades universitarias y gubernativas, condecorada por la Asociación de Escritores en Norte de Santander, socia activa del movimiento literario Círculo Rojo, cofundadora de la Sociedad Académica Santanderista, capítulo de Pamplona (Colombia) correspondiente de la Academia Heráldica de Tunja y de la Academia de Historia (Pamplona) presentó el libro Memoria Histórica de la Semana Santa en Pamplona (Colombia) con prólogo del licenciado Néstor Antonio Gamboa Pabón y una amplia bibliografía de autores locales, regionales y nacionales. Este libro es un valioso aporte no solo a la ilustración pamplonesa, religiosa y académica, sino para el departamento porque destaca el españolismo en nuestra cultura y hace un acucioso repaso de las prácticas religiosas medievales para situarnos en el inicio de la Semana Santa con sus cofradías, procesiones y grupos de hermandad, actividades en los distintos templos y escenarios para las ceremonias y tradiciones religiosas que son vivencias enraizadas en la cotidianidad. La liturgia hecha canto y música enmarca la silenciosa meditación de esos días que impactan la espiritualidad reflejada en imágenes, pinturas y vitrales. Flor Delia Pulido hace recordar ese civismo educativo que legó a las nuevas generaciones el historiador Augusto Ramírez Villamizar y la Sociedad Amigos de Pamplona, las plegarias poéticas, la entusiasta participación de niños y niñas, nazarenos y colaboradores; todo en un rápido recorrido que abarca desde el siglo XVI al XXI con sus simbolismos y figuras. El libro es de fácil lectura y aporta el conocimiento histórico que vivencia esa necesidad de volver a las fuentes que incentivan sentido de pertenencia y enriquecen el conocimiento. Día a día de esta hebdómada tan especial pasa por los ojos del ávido lector dirigido de forma magistral por la investigadora Flor Delia Pulido Castellanos a quien recibimos en este momento con un fuerte aplauso.
